Ocio en verano

Llega el verano y con ello, se acabaron las obligaciones académicas y extraescolares, hay más tiempo libre, nos volvemos más flexibles…claro, ¡están de vacaciones! El tema está en cómo gestionar el tiempo de ocio para equilibrar y que no se lancen a las pantallas o que haya un exceso de actividades que les genere estrés o le hagan estimularse de manera excesiva o que se pasen el día sin hacer nada.

Partimos del punto de que el tiempo libre es fundamental para desconectar y reconectar. El curso ha sido largo y, al igual que los adultos necesitamos ese tiempo de “parón laboral”, los niños y adolescentes también lo necesitan para recuperarse del estrés, para mejorar su estado emocional, asentar el aprendizaje y el desarrollo cognitivo alcanzado a lo largo del curso, mejorar sus relaciones sociales y familiares.

Fortalecer los lazos familiares, fomentar la creatividad, dotarles de experiencias y que tengan tiempo de aburrirse, son claves fundamentales para gestionar el ocio en verano.

Aunque sea tiempo libre, debe ser un tiempo organizado para evitar el descontrol y el desorden y que puedan descansar, aprender y jugar. ¿Cómo hacerlo? Lo primer y fundamental es crear rutinas básicas, flexibles, pero rutinas: despertándoles a la misma hora aproximadamente, horario de comidas similar, …estos horarios para nada tienen que ser como los que tienen durante el curso, sino ajustados a la época del año. No consiste en despertarle a las 7h como para ir al colegio, pero sí mantener una rutina de que se despierten a las 9h más o menos todos los días, por ejemplo.

Es una buena época para que fomenten su autonomía. Ajustando a su edad, irles responsabilizando de determinadas tareas como hacerse la cama para que así en el curso ya las tengan integradas para el inicio de curso.

También planificar qué se va a hacer para anticiparles lo que va a suceder es una buena manera de organizar y aprovechar el tiempo al máximo. No consiste en llenarles la agenda, ¡no somos
animadores socioculturales! Tienen que tener tiempo para ellos no planificado, tiempo de aburrirse. Por ejemplo, después de comer, tiempo de descanso.

¿Qué actividades se pueden hacer en verano?

Tenemos que tener cuidado con el uso excesivo de pantallas. No es cuestión de alejarles de las pantallas sino ayudarles a gestionar el tiempo que pasan delante de ellas, lo que incluye televisión, tablet, móvil…Consensuar con ellos el tiempo de uso previamente ayudará a que se autogestionen.

La gran duda muchas veces es si deberes sí o no. Es importante incluir algún tipo de actividad que no de deberes. No es necesario sentarse a hacer sumas o restas o aprenderse la historia de España. Leer, fomentar la memoria, por ejemplo, yendo a hacer la compra y memorizar la lista, sumar los números de matrículas de los coches…es decir, tareas cognitivas que no supongan una “tarea escolar”
En definitiva, en verano, los días son más largos, el ritmo es más lento, se disfruta más el tiempo y aprovechamos a pasar ese tiempo que nos falta en el día a día. Algunas actividades que podemos realizar con ellos pueden ser visitar museos, hacer deporte, ir a la piscina, viajar, hacer excursiones, ver una película juntos, charlar mientras comemos, cocinar, pintar, jugar juntos…

En definitiva, pasar tiempo de calidad en familia. Es un gran momento para crear recuerdos y fortalecer la unión familiar y el vínculo. Es un gran momento de nuestras vidas.

¡Buen verano!

La entrada (Ocio en verano), se publicó originalmente en Orientablog