Después de algún tiempo retomo el ciclo de entradas que relacionan el arte con la literatura. De nuevo la colaboración de “O Curioso Impertinente” hace que rescate del olvido la significativa complicidad de las palabras con la imagen. Transcribo el texto que me envió acerca de un libro de OctaveMirbeau, “En el cielo”.“Case o mesmo tempo que iniciabas o ciclo sobre Van Gogh, recibín este libro que, pola ilustración da capa (detalle de “O CEO ESTRELADO), engrosará a lista de IMÁGENES Y PALABRAS; polo seucontido ten perfecta cabida na pescuda que propósna última entrada. A novela conestructura de caixa chinesca, presentatresrelatos que encaixanuns nos outros e resulta unha obra moi valorada naactualidade,nonasínon así no seu tempo, polasúamodernidadenarrativa. Conta a peripecia vital e artística de Lucien, uninnovadorpintor inspirado claramente en Van Gogh ó que se atribúeunha “Noite estrelada”, personaxe torturada da que se serve o autor para amosar a traxedia do artista: a frustración e o sofremento ante a incapacidade de levar á tela a súa visionaria creación ideal.“…¡Soy un cerdo…! ¡Un miserable cabrón…! ¡Y pensar que sin embargo lo siento!, ¡que lo comprendo…!, ¡y que jamás podré expresarlo…!, y que jamás podré expresar nada, nada de nada…”OctaveMirbeau, escritor polifacético, foitamen un respetado crítico de arte, valedor de Pissarro, Claude Monet, Félix VallottonouRodin e “descobridor”, en boa medida de Maillol, Utrillo e do propio Van Gogh, dequenposuíadouscadros: “OS LIRIOS” e “OS XIRASOLES”.
VAN GOGH: "Los girasoles", 1888 "EN EL CIELO" "En el cielo" se publicó en 27 capítulos de folletín en las columnas de L’Écho de París, entre el 20 de septiembre de 1892 y el 2 de mayo de 1893, despertando con ella la admiración de Camille Pissarro y Marcel Schwob. A pesar de ello el novelista no creyó que era lo suficientemente digna para recogerla en un volumen. Quizá también por la imagen aparentemente negativa que daba de un pintor innovador inspirado en Vincent Van Gogh de quién había adquirido dos cuadros. El mismo comentaba a Monet: “Me siento cada vez más asqueado de la inferioridad de la novela como modo de expresión. Aun simplificándolo”, como lo han intentado sobre todo los naturalistas, “el punto de vista novelesco sigue siendo algo muy bajo y, en el fondo, muy vulgar; y la naturaleza me da cada día un asco más profundo, más invencible, como de cosa mezquina”.Fue por tanto una novela inédita en volumen hasta 1989.Tomo estas notas siguiendo uno de los artículos de PIERRE MICHEL (profesor y académico especializado en la obra de OctaveMirbeau y su biógrafo). Para P. Michel "En el cielo" es una obra de sorprendente modernidad, y tal vez precisamente porque Mirbeau renunció a corregirla y a hacerla entrar por la fuerza en uno de esos moldes novelescos que él consideraba incorregiblemente vulgares. En primer lugar es una novela en abismo (los relatos se encajan unos en otros y hay tres yo diferentes) que rompe con toda preocupación por el realismo y manifiesta un desprecio total por las reglas habituales de composición: el relato no obedece a un rígido orden lógico o cronológico, y deteniéndose abruptamente, sin retorno al primer narrador, da la impresión de no haber sido terminada.OCTAVE MIRBEAU: “Combatsesthétiques. Van Gogh.”En 1891 Mirbeau ya había escrito diversos artículos sobre artistas en el periódico L'Écho de París. Entre ellos dedicó uno a Van Gogh. De él extraigo el siguiente texto por el acierto con que define la actitud de Van Gogh ante la pintura. |