Dentro de la Sección Oficios y Quehaceres, el texto que dediqué al oficio de las Demandaderas, tuvo su segunda parte escrita a finales de la década de los 90. Tras “Quien hace los mandados se coma los bocados”, escribí “De la relación de unas y otras recaderas de intramuros”, ampliando así el número de entrevistas y datos sobre las familias segovianas dedicadas en ese momento a cumplir con las demandas de diversas órdenes religiosas de la capital. En la fotografía, firmada por Gustavo del Campo, Fuencisla y su marido, demandadera de las Carmelitas Descalzas en 1996.
Aquí os dejo el enlace al texto ” De la relación de unas y otras recaderas de intramuros”. En breve, un artículo dedicado a los Ensalmadores, los curanderos que protegen nuestros cuerpos contra enfermedades o quemaduras, clavos y otras dolencias.