¡He aquí la inauguración de los meses temáticos en Un jazmín en mi estantería!
Comenzaré mostrándoles las iniciativas a las que me he anotado (hagan click en las imágenes si quieren apuntarse):
Con respecto a lo mío, voy a presentar secciones específicas, de una consigna a responder por sábado. Ustedes también pueden seguirme la corriente, ya que voy a ir dejando preguntas o eligiendo personajes que vayan con la temática, pero ustedes pueden responderlas en sus blogs, dejarme sus links en comentarios y yo los voy a ver. Esto es como un reto más, destinado para mí, a ver si me pongo las pilas y revitalizo un poco el blog. Si se suma gente, podría armar una sección recopilando a los participantes y repetir esto con los temas de cada mes. Igual, si no se anota nadie lo haré por mi cuenta, estoy muy entusiasmada.
Si se animan, pueden anotarse dejando un comentario y, no es obligatorio, pero si llevan el banner sería genial. Más tarde vengo con la primera pregunta, que pueden responder en cualquier momento del mes siempre y cuando luego dejen el link en el post correspondiente para que yo la vea.Ahora cumplo con la tarea que No solo leo dio en su iniciativa Truco o trato: Recomendar una lectura de terror inolvidable. Básicamente, ésa que nunca me podré sacar de la cabeza de lo mal que me la hizo pasar. Y mi sugerencia es...
Maleficio, de Stephen King: Creo que fue el primer libro de terror serio que leí (antes había sido fan de la colección Escalofríos, y tuve un encuentro temprano con Corazón delator de Poe, pero fue tan fascinante que no califica como terror). Como lo leí hace mucho, no me he animado a hacerle reseña, pero la verdad es que hay partes de este libro que no voy a olvidar nunca. En especial, el final. King es un genio, te lleva de la mano por terreno escarpado, tan despacio, tan tranquilo, y cuando te das cuenta estás en la cima de una montaña y él acaba de empujarte. Maldito. No, en serio, lo recomiendo mucho. No será sangriento, ni tendrá persecuciones de estilo hollywoodense, pero los dejará al borde de la desesperación. Y ese final. Dios.