Pero claro, no lo vi llegar y ahora me ataca, me enfurece cada vez que abro los ojos, cada vez que hurgo en mi mente para tratar de dejar atrás esta sensación de vacío que me aplasta.
Así me siento: aplastado por un enorme saco que no me deja moverme y que está totalmente vacío. No tiene nada dentro, sólo la ilusión de que algo muy enorme y horrendo me pesa, tanto que me es imposible levantarlo. Que monserga.
La primera semana después de vacaciones es siempre lo mismo y a pesar de que sé que me va a pasar, no hago nada para remediarlo, para disminuir en lo posible los efectos de esta depresión post vacaciones. Es como ir al paraíso y luego regresar a la Tierra en medio de un bombardeo.
No sé si pueda seguir mucho tiempo así. Necesito recordar cómo vivir con esto, y a pesar de esto.