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Debido al fuerte crecimiento que ha venido registrando la empresa Balanz en Argentina, junto con la necesidad de acercarse a sus clientes de zona Norte y ubicar allí el área de Wealth Management (banca privada de la compañía), la empresa decidió mudarse desde sus tradicionales oficinas ubicadas en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires a un moderno edificio de Nordelta, a 30 minutos de la capital.
El proyecto de las nuevas oficinas que Balanz confió a Contract Workplaces se desarrolló en el primer piso del ala Este del icónico edificio Officia sobre una superficie útil de 1.300 m², destinados a una ocupación estimada de 80 colaboradores. El inmueble, que está emplazado en una inmejorable ubicación y rodeado de un privilegiado entorno natural, cuenta con vistas abiertas a la laguna de Nordelta, espacios para promover las experiencias al aire libre, amenities y espacios comunes dedicados a la vida social, el deporte y el esparcimiento.
El objetivo fue la creación de una oficina moderna, sofisticada y de vanguardia, con espacios de reunión para equipos, un work café y una amplia recepción con un art hall para exhibir la colección privada de arte de la organización. Todo acorde con el segmento de clientes que atiende la compañía.
Para cumplir con estos desafíos se propuso una imagen que reflejara los valores de la empresa en busca de la excelencia y la calidad excepcional. Así surgió el concepto “The Balanz Experience”: un espacio con el foco en la experiencia del cliente para generar compromiso y fidelidad dentro de un ámbito de reunión diferente y en un entorno extraordinario.
El layout se organizó en una planta completamente abierta, sin acceso cerrado a fin de facilitar el recorrido a través de las obras de arte que se exhiben en las oficinas. Sobre el perímetro de la fachada Norte, aprovechando la luz natural y las vistas, se ubicaron la mayor parte de los puestos de trabajo operativos y un par de salas de reuniones cerradas, mientras que la esquina de la planta se ocupó con los puestos operativos restantes y un área colaborativa. El proyecto no cuenta con oficinas privadas, pero sí con una variedad de espacios de reunión para uso eventual.
Sobre la fachada Sur se ubicó el work café que también funciona para los clientes, junto con tres pequeñas “burbujas” de reunión revestidas con una terminación que recrea el efecto de los estucos como propuesta de un espacio diferencial.
En cuanto a las terminaciones, se decidió sacar provecho del hormigón nuevo del edificio y dejar la losa y las instalaciones a la vista. No obstante, se colocaron discos acústicos sobre el open space para ayudar a disminuir la resonancia dentro del ambiente. Para los solados se optó por un piso vinílico símil cemento en las circulaciones y en el work café, mientras que en el área operativa y las zonas de reunión se utilizó una alfombra modular para mayor confort.
Se eligió una paleta de colores neutra en la que predominan los grises en revestimientos de pisos, cielorrasos y paredes, entre los cuales resaltan los tonos saturados en algunos tapizados como puntos de atracción visual. De esta forma, se creó el marco perfecto para el lucimiento de las obras de arte de la colección Balanz.
El resultado fue un espacio de trabajo diáfano, transparente y con identidad, que apoya el bienestar y potencia el talento y la productividad de los colaboradores, y donde el arte convive con la actividad diaria de la compañía.
Fotografías: Andrés Negroni
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