OBRAS
OFICINAS CALLE ISLA DE FLORES · 9/10/2020
Aldo Rossi en su Autobiografía Científica (1981) apuntaba que toda búsqueda creativa está fuertemente relacionada a una cierta forma de continuidad de la condición material de la arquitectura. Una guía para trabajar sobre lo existente que llamó “principio de continuidad”. Un factor que preside toda construcción, en donde la forma arquitectónica es lo que “permanece y determina la construcción en un mundo en que las funciones están en perpetuo cambio”.
Vista del entorno. Fotografía: Federico Cairoli
El proyecto trata de la reconversión de un depósito industrial en un edificio de oficinas con el objetivo de dar continuidad a la energía previamente desplegada. Dado que se situa en un entorno urbano mayormente doméstico, se decidió dar cuenta de su uso institucional exagerando las proporciones de las ventanas de la fachada principal.
Vista del patio interior. Fotografía: Federico Cairoli
En el acceso, convertido en un gran vacío a triple altura, se introduce la escalera en chapa de alma llena y el ascensor con cabina y hueco totalmente vidriado, como si de un personaje que ocupa el espacio se tratase.
Estructuralmente, el deposito constaba de una red de pilares y vigas de hormigón armado que se utiliza como marco para dar cabida al nuevo destino. El proyecto se basa en vaciar y completar esa estructura existente.
Vista interior del acceso. Fotografía: Federico Cairoli
La dimensión vertical y la presencia del negro se tornaron en los temas recurrentes en la configuración del proyecto.
Detalle materiales escalera y muros. Fotografía: Federico Cairoli