En entradas anteriores hablamos de la dificultad de crear oficinas productivas. Indudablemente el diseño no lo es todo hay que Comprender el funcionamiento de la Empresa y sus necesidades, con la finalidad de concebir la solución espacial idónea:
- Hay que estudiar a la empresa y sus procesos
- Hay que evaluar las relaciones interdepartamentales y departamentales
- …. Etc
El cambio de mentalidad se resume fácilmente: Un trabajo a realizar vs. Un lugar donde sentarse.
Estamos en una era en la cual las empresas exigen a todos sus departamentos que contribuyan directa o indirectamente al proceso productivo de las mismas; es decir que sean capaces de generar valor añadido que redunde en el beneficio final de la empresa
¿Nos hemos parado a pensar qué valor añadido nos produce nuestro espacio de trabajo, si es que realmente produce alguno?
Algunas empresas estos conceptos los tienen muy claros. Por ejemplo Microsoft ha mudado recientemente a un inmueble de, 68.000 metros cuadrados en Lisboa. El diseño de estas nuevas oficinas hace uso de la más moderna tecnología en un esfuerzo por incrementar la movilidad, productividad y colaboración.
Se abandona el concepto tradicional de puestos de trabajo asignados y en su lugar aparece un paisaje diverso de áreas de trabajo: puestos de trabajo, cabinas telefónicas, mesas de colaboración, salas de discusión, de intercambio de ideas think tanks, y una variedad de salas de reuniones de diferentes tamaños.
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TIC) DESDE UNA VISIÓN PRÁCTICA