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Ojalá hubiera más imbéciles

Publicado el 12 febrero 2010 por Cosechadel66

Escribo este post desde el cabreo. La noticia de esta tarde en mi columna de Twitter ha sido que se cerraba la cuenta de Marcelino Madrigal, @mmadrigal, por “strange activity”. Luego, Marcelino ha abierto otra cuenta en Twitter bajo el nombre de @amordazado y ha escrito una entrada su post: Twitter suspende mi cuenta y la de inapropiado. Poco después, la misma columna de twitter hervía con tuits agrupados bajo la etiqueta #mmadrigalNOW con mensajes de apoyo a Marcelino y de peticiones a Twitter de que reabra la cuenta.

Marcelino es de la opinión que el cierre de la cuenta responde a presiones externas a Twitter. Yo pienso lo mismo. Hay gente que ha expresado que simplemente se le ha cerrado la cuenta por insistir en publicar enlaces que mostraban escenas de niños en actitudes bastante duras. Y han añadido que era de esperar. Otros, aunque mostrando cierto escepticismo o incluso rechazo hacia la manera de actuar de Marcelino, entienden que la medida ataca a su libertad de expresión, y en una combinación de todos estos grupos, hay usuarios que indican que una vez el usuario acusado de “extraña actividad” se aclara con la empresa del servicio, se le volverá a abrir la cuenta sin más problemas.

Hasta aquí, más o menos, el relato de lo sucedido. Ahora quiero expresar mi opinión personal sobre ello.

- Marcelino Madrigal no es un tipo cómodo de conocer. Es seco y directo. Al menos sobre determinados temas, al menos en lo que es su lucha. No suele admitir medias tintas. Ni es “políticamente correcto”, sea lo que sea lo que cojones signifique eso, ni demasiado diplomático, expresión que me gusta bastante más, por cierto. Algunos piensan que es demasiado pesado, demasiado insistente. Opinan que es de imbéciles dar la murga continuamente con el mismo tema, una y otra vez. Eso molesta mucho. Yo sólo tengo que decir que existe un bloqueo individual en Twitter, aparte del unfollow, por supuesto. Yo no sigo a mucha gente, y he bloqueado a cuentas cuya actividad me parecía meramente comercial y calificado como spam a quien lo hacia. Marcelino sólo hace esa actividad machacona a quien se califican a si mismos como servidores públicos, como @desdelamoncloa, @psoe, @pp, etc… y no es el único, aunque si el más insistente. Eso no es spam ni “strange activity”, es pedir a nuestros representantes una actuación ante lo que él, y muchos detrás, creen una injusticia. Aunque a algunos les parezca de imbéciles hacerlo.

- Hay gente, entre los que se incluyen muchos de los usuarios “de alto nivel” de internet, los Gurús de la red, los amos del cotarro, los creadores de opinión, que piensa que la red no necesita más control del que ya tiene, del que ya existe. Que es de imbéciles pedir más control sobre la red y que sería negativo para su desarrollo hacerlo. Ante eso, Madrigal expone datos, emails enviados, recibidos… y perfiles que continúan allí. Los mismos perfiles que parece que molestan, los mismos perfiles que a Twitter o a determinada gente le pueden parecer desagradables. ¿Porqué lo que a Twitter o a parte de sus usuarios les parece inadecuado puede ser facilmente enlazado desde Live? ¿Porque no molesta más el hecho de que Marcelino denuncie su existencia que la certeza de que siguen existiendo y nadie los borra, o más bien no hacen el esfuerzo necesario para hacerlo? El culpable no es aquel que grita que algo va mal, el problema es quien lo hace mal. Su página web está llena de datos y pruebas de lo que dice, de cada afirmación que lanza. Aunque haya gente que le parezca de género imbécil hacerlo.

- Hay personas que acusan a Marcelino Madrigal de querer obtener notoriedad a costa de su denuncia. Que no se trata sino de una excusa para conseguir fama. Y que esa actitud es la que le lleva a su actividad machacona en Twitter. Ante eso no puedo pedir más que sentido común. La mayoría de la gente que le sigue, entre los que me incluyo, no me parecen fanáticos ni seguidores de causas que no merezcan la pena. No vale pensar solamente en lo que dice quien grita, sino también pensar en porque gente razonable, educada y amable lo hace. Marcelino no tiene publicidad en su blog, ni siquiera del tipo AdSense, ni representa comercialmente a ninguna compañía o marca que se pudiera beneficiar de esa presunta fama. Mi sentido común me hace pensar que la lucha que mantiene no sería la primera elección de nadie para conseguir simplemente fama. Puede que haya gente que le resulte una imbecilidad hacer lo que hace y por lo que parece hacerlo, pero yo creo que es así. Y eso no es ninguna “actividad extraña”. Es una lucha justa, en la que además, no está sólo. Callarle no es defender a los usuarios de su pesadez, es quitarnos al resto la posibilidad de escucharle y empujar.

Habría mucho más que hablar del tema, pero es tarde, el sueño me cansa y lo mismo empiezo a escribir gilipolleces sobre un tema demasiado serio. Sólo me queda pedirte tu apoyo si es que ya conoces el problema y crees que merece la pena. Si no lo conoces, o si dudas, pedirte que visites con tranquilidad su página, y leas sus entradas, y te formes tu propia opinión, que será la más valiosa. Si ya lo conoces, y pasas del tema, poco puedo hacer… tu sabrás. Y, por último, si eres de la opinión que Marcelino tiene todo esto merecido por imbécil… decirte simplemente que yo pienso que  ojalá hubiera más imbéciles como él.

Twitter suspende mi cuenta y la de inapropiado


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