Revista Arte

Ojos frontales. Su relevancia en la dinámica evolutiva

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

En los primates aparece, con los "ojos frontales", una característica morfológica de interés en la dinámica evolutiva. Se trata de ojos paralelos y órbitas grandes en la cara.

Ello coincide con la transformación de las áreas corticales (occipitales), el desarrollo del neocortex (cortex no olfatorio) y un proceso de encefalización progresiva.

El estudio de la morfología y de la dinámica cerebral nos lleva a comprobar el fundamento de la predominancia visual. También se advierte en la evolución filogenética de la vida animal que la función visual asume una precocidad constante.

Expresaron la condición visual del ser humano los epigramas que A. F. Herold y J. Domenchina han recopilado en su "Antología griega". Se acusa a los ojos: "por culpa vuestra conocí a esos encantadores seres que me arrojan sin cesar en rabiosas hogueras". "los ojos culpables, estos ojos míos, intrépidos bebedores de pura belleza, los embriagará siempre el cruel nectar de Eros". Es la misma sensación que hacia exclamar a Segismundo: "Estoy muriendo por ver".

Afirmaba Unamuno que fue la vida la que hizo al ojo símbolo de la inteligencia.

A Berkeley esta impresión le llevó al análisis de la "Teoría de la visión" cuando entiende que la realidad de las cosas materiales debe ser definible en términos de contenido sensorial.

Nació George Berkeley en Irlanda, el 12 de mayo de 1685. En 1709 publica el Ensayo de una teoría de la visión, y al año siguiente, a los 25 de su edad, el Tratado sobre los principios del conocimiento humano.

El Ensayo de Berkeley ofrece en primer lugar una teoría sobre la percepción espacial. En este Ensayo inicia la eliminación del objeto material como algo independiente de la mente. Al analizar la percepción de la distancia, Berkeley distingue entre las percepciones espaciales de la vista y las del tacto. Las primeras no tienen el mismo objeto que estas y son meramente subjetivas, porque a ellas no responde un objeto físico externo. El mundo material es revelado por el tacto. Los datos de los demás sentidos, especialmente los de la vista, forman un sistema de signos que, asociados por una mera conexión habitual con las impresiones táctiles, nos orientan en nuestro comercio con el mundo exterior.

Para Berkeley, las ideas de la vista, cuando por medio de ellas aprehendemos la distancia y las cosas colocadas en distancia no nos sugieren, no señalan, cosas realmente existentes a distancia, sino solo nos advierten qué ideas del tacto impresionarán nuestra mente a determinadas distancias y tiempo y a consecuencia de determinadas acciones, (XLIV).

Insisto, ni la distancia, ni las cosas colocadas a distancia, ni ellas en sí mismas ni sus ideas, son percibidas verdaderamente por la vista. "

Y en LXXXVII. La vista está admirablemente adaptada al fin de ver.- En conjunto, parece que si consideramos el uso y fin de la vista, junto con el estado y circunstancias presentes de nuestro ser, no hallaremos grandes motivos para quejarnos de ella, ni tampoco se concebirá fácilmente un medio por el que pudiera mejorarse; con tal admirable sabiduría está concertada esta facultad, tanto para el placer como para la conveniencia de la vida.

CXLVII. Los objetos propios de la visión son el lenguaje de la naturaleza.-En conjunto, creo que podemos concluir razonablemente que los objetos propios de la visión constituyen un lenguaje universal del Autor de la naturaleza, por el cual se nos enseña a regular nuestras acciones para alcanzar las cosas necesarias a la conservación y bienestar de nuestros cuerpos, así como también para evitar lo que puede ser dañino y destructivo para ellos.

Por mi parte

Pienso que la división tan neta entre visión y tacto debería revisarse, porque no es que se asocien sus funciones sino que sus propias operaciones específicas se comunican en cierto modo, o se traspasan, de tal manera que podría decirse que con el tacto se llega a ver y que la vista parece un tacto a distancia en ocasiones. Se trata de funciones con forma corporal, pero integradas más allá del mismo cuerpo, en la persona.

La visión ha sido un aspecto muy relevante en la concepción del consistir humano. En la tradición literaria abundan los testimonios en este sentido.

Recuerdo a Fray Luis de León:

"Gran parte de la hermosura está en los ojos, que son espejo del alma y el más noble de sus sentidos..." "Los ojos son ...donde más se descubre la belleza o torpeza del ánima interior, y por donde en las personas más se comunica y enciende la afición" "...los ojos...ruega que los aparte y los vuelva a otra parte mirando, porque le hacen fuerza..." "En toda parte está Dios, y en todo lo bueno y hermoso que se no ofrece a los ojos en el cielo y en la tierra..."

En el área del pensamiento G. Bueno y otros en el (pag. 77) también coincide con la valoración del ver:

"Una de las maneras más importantes que el hombre posee para el conocimiento del medio es, sin duda, la visión..."

Y en la página 79:

"...paulatinamente, se va alcanzando un grado de abstracción superior respecto a la información que se manejó.."

Sigue en la página 80:

"Nos hemos centrado, con preferencia y en primer lugar, sobre los fenómenos de la visión, por ser uno de los mecanismo base a partir del cual se pueden llevar a cabo deducciones más amplias sobre el proceso de conocimiento"

Descartes escribía en 1664: Estoy estudiando ahora la anatomía de las cabezas de diversos animales para explicar en qué consiste la imaginación y la memoria ". Y se esforzaba en distinguir la inteligencia deductiva del testimonio variable de los sentidos o de los juicios engañadores de la imaginación. Asignaba implícitamente a la intuición un origen sensorial, cuya falacidad era contrastable con la deducción, cuya metodología constituía para él la certeza intelectual. Esbozaba así un hondo problema epistemológico, aunque reconocía implícitamente a la función visual un papel sensorial importante en la concepción geométrica.


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