Quien es Oke:
Oke es el Orisha de la loma, de las montañas y de las alturas o elevaciones de la tierra. Representa la perfección del estado primordial del hombre que nace de Olodumare y retorna a él. Es simbolismo de los misterios de Olofin y la firmeza de la madre tierra. Con su otá, se machacan las hierbas del machuquillo o Ashé del Orisha y cualquier tipo de polvos.
Su culto proviene de Abeokuta e Ibadán, donde se le adoraba en el piso cubierto con una jícara pintada de blanco, con un orificio en su parte superior por donde se le inmolaban los animales, esta jícara solo se destapa para utilizar a Oke. Como guardián de Ibadán en la guerra con Ifé se refugió en la montaña de Oshuntá. Su nombre proviene del Yorùbá Òké (altura, elevación, grandeza).
Forma una importante trilogía con Oggué y Orisha Oko, con quienes rigen todos los movimientos de la tierra. Hermano de Oshosi e Inlé, pero inseparable de Obbatalá. Vive en el piso delante del canastillero, aunque en algunas casa de Cuba lo ubican junto a Obbatalá y en otros casos incluso dentro de la sopera de este. Es un Orisha de fundamento, no se asienta, sino que se recibe en toda consagración de Osha, los hijos de Yemayá lo reciben sobre el hombro izquierdo.
Su receptáculo es una freidor plano, que contiene su única otá, que es de forma redonda y plana, de color blanco, negra o caramelo y se cubre con algodón. Se le ofrenda lo mismo que Obbatalá y le corresponden su color y número de vibración. No posee Elekes y habla por el diloggún en Eyeunle Meyi. Sus Ewe son el alacrancillo, bejuco guaro y la candelilla.
No tiene saludo especifico, más que ¡Maferefún Oke!