Olot, qué hermosa eres

Este fin de semana ha sido algo especial, ya que hemos hecho un "viaje" los 4 juntos.
Hace un tiempo decidimos que nos iríamos un fin de semana antes que la mamá de los monstruitos volviera a trabajar después de la baja de maternidad. Como somos un poco desastre para estas cosas, lo decidimos posponer y casi dos meses después, ese fin de semana llegó.
Bueno, fin de semana... Realmente fue la noche del sábado a domingo, pero ha sido intenso.
La elección del sitio
Que si sitio con piscina climatizada, que si hiciera buen tiempo, que si las habitaciones fueran amplias, que si se pudiera visitar algo.
Total, que improvisamos, y nos vamos a Olot.
A un hotel con una habitación tipo apartamento para los 4, con media pensión. El precio rondaba los 150 euros, por lo que creemos que es un precio bastante razonable. Que nadie espere un diseño espectacular, pero estaba bien, todo muy aceptable. Además, llamaban a nuestro hijo grande a la hora de cenar por su nombre, y bueno, es un detalle que se agradece.

Los preparativosPodría escribir toda una entrada, e incluso varias sobre este tema, pero para resumir: llevábamos el coche hasta los topes, y eso que cogimos el familiar. Que si las cosas que necesitamos, que si las cosas que llevamos por si acaso, que si... quesito!! Esto es una chorrada como las que me dice mi tío cuando me ve: - Hay café?- Qué, tito?- Que hay c'afeitarseQue nivel tenemos en la familia, eh...Sábado mañanaTeníamos prevista una visita a las 10 de la mañana a una fábrica de lácteos. Nos habían hablado bien del sitio, y mirando por Internet vimos que había desayuno con coca y productos varios antes de la visita, por ser el primer fin de semana de la primavera.Como he dicho, esa era la previsión. La realidad: pusimos las coordenadas en el GPS y aparecimos a 50 kilómetros de dónde debíamos estar. Tuvimos que llamar y nos dijeron que las coordenadas estaban mal, así que nos dieron la dirección correcta y media vuelta! Total, que empezamos la visita a las 12.
Ésta fue muy bien. Una horita explicándonos de forma amena la historia y el proceso productivo, dando una vuelta por toda la fábrica.

Y al final... para los 4 (bueno, 3, para el bebé no) una bandeja para cada uno con yogur griego, yogur líquido, mermelada y helado.
También había tienda, así que quien quisiera podía comprar lo que le apeteciera.La entrada era 4 euros por adulto. Los niños hasta 6 años no pagan, por lo que genial.
Sábado tardeDespués de la siesta de rigor en la habitación decidimos ir a visitar Olot. Estábamos a 10/15 minutos del centro. Arquitectura digna de ver y muchas tiendas y calles para perderse, por lo que había bastante gente.
Cuando vas a ver un sitio, siempre hay algo que te queda, un recuerdo o una anécdota:
- Mamá de los monstruitos: cuánto chino!
- Papá de los monstruitos: a las 19:30 empezó a llover y pasamos al lado de un túnel de lavado sobre las 19:45. Pues no había un tio con el coche en el autolavado!!!! Pero alma de cántaro, si está lloviendo, para qué lavas el coche!! Y el túnel son 5 minutos, por lo que lo metió cuando ya llovía.
- Monstruito grande: croquetas y patatas.
- Mini-monstruito: muchas luces de colores.
Domingo mañanaCogimos un paseo en carro. Era una actividad de una hora a razón de 6,90 euros por adulto. El monstruito grande (3 años) 4,90 euros, y el mini-monstruito (casi 7 meses ya...) no pagaba. El parking para 4 horas, 2 euros.Nos dieron una vuelta por el bosque con más parejas. Quintu (el nombre del caballo) se portó muy bien.
Domingo tardeViaje de vuelta. Creo que son todos iguales... Hablando de próximos viajes, que tienes que salir más, etc.Y al llegar a casa, recoger TODO, preparar lavadoras, comidas, cenas, hora del baño... Una vez hecho todo esto, miras a tu alrededor y parece que no te hayas marchado. Sólo te quedan los recuerdos, las fotos, y las caras emocionadas de tus pequeñajos.