Según Fodor (e.g., 1975, 2008), no se puede explicar la existencia del lenguaje humano sin asumir la existencia de un lenguaje del pensamiento (LP) que posee propiedades que el lenguaje manifiesta. Dicho de otro modo, la existencia un LP es una hipótesis plausible si es el caso que las propiedades que exhibe el lenguaje humano solo pueden ser explicadas a partir de un objeto mental que posee el mismo tipo de propiedades. La existencia de unidades lingüísticas con estructuras sintácticas y semánticas estructuradas composicionalmente son propiedades paradigmáticas del lenguaje humano. Dichas propiedades son importantes porque permiten explicar, a su vez, la productividad y la sistematicidad características del lenguaje. Mientras que la primera nos permite crear y entender una cantidad ilimitada de expresiones nuevas, la segunda explica que no haya nadie que, siendo capaz de proferir expresiones como, e.g., “Claudia contagió a Bernardo”, no sea capaz de decir otras como “Bernardo contagió a Claudia”. Un LP sería, por lo tanto, un código interno lingüiforme con estructura sintáctica y semántica composicional responsable de la productividad y sistematicidad de nuestras procesos cognitivos.
Pero esa no es la única razón para postular la existencia de un LP. Aprender el lenguaje implica una capacidad para formular y testear hipótesis, y eso presupone, al menos, que el pensamiento es anterior a la adquisición del lenguaje y que debe operar sobre un medio compatible con ese tipo de operaciones. De aquí, la hipótesis complementaria de que ese medio tiene un carácter fundamentalmente representacional, con objetos mentales estructurados capaces de realizar operaciones computacionales en virtud de dicha estructuración.
Sin embargo, inferir la existencia de un LP con características lingüiformes a partir de su capacidad para explicar el lenguaje humano no es suficiente para que dicha inferencia tenga fuerza inductiva, ya que se estaría dejando la puerta abierta para una regresión infinita. Vale decir, la estrategia de plantear la existencia de una entidad lingüiforme previa para explicar la existencia de otra entidad lingüiforme resulta circular a menos se establezcan los constreñimientos necesarios para evitar dicha circularidad. Por esta razón, Fodor no solo postula la existencia de un LP con las características descritas, sino que además sostiene que dicho LP debe ser innato y modular. Con estos constreñimientos adicionales la hipótesis de un LP se torna plausible y disponible para ser tomada en serio también fuera del ámbito estrictamente teórico.
La posible existencia de un LP ha sido principalmente apoyada por evidencia empírica proveniente de la psicolingüística, pero también existe hallazgos relacionados con el estudio de la Afasia Global que recientemente ha prestado sustento a la idea de Fodor. La Afasia Global es una forma severa y compleja de afasia provocada por lesiones en aquella área del costado izquierdo del cerebro donde se procesa el lenguaje. En uno de sus recientes artículos, Fred Adams nos cuenta acerca de la investigación que Rosemary Varley y sus colegas han realizado con individuos seriamente afectados en sus capacidades lingüísticas, a consecuencia de padecer Afasia Global, pero que, aun así, retienen habilidades de procesamiento cognitivo recursivo y representacional que presuponen estructuras mentales con la propiedades que Fodor le atribuye al LP. Sobre la base del grave déficit lingüístico que evidencian las personas afectadas de Afasia Global, estos investigadores concluyen que es posible sostener que existen sistemas de procesamiento lingüístico y cognitivo en el cerebro disociables o autónomos entre sí..
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