Revista Cultura y Ocio

One More Night – Michael Kiwanuka

Publicado el 26 septiembre 2016 por Srhelvetica

El de Michael Kiwanuka es uno de esos discos, pienso, que debería poner de acuerdo a todo el mundo: a los puristas del soul añejo y a los partidarios de las mezclas, a los gourmets que sólo se alimentan de las exquisiteces musicales más selectas, y a los que consideran la música de Michael Bublé el colmo de la sofisticación; a los que atesoran en su casa viejos vinilos de Bill Withers, y a los que regalaron a su cuñada el CD de Amy Winehouse por navidades porque alguien de la oficina les había dicho que estaba muy chulo. ¿Será sólo cuestión de tiempo que “Love And Hate“, el disco de Kiwanuka, luzca flamante en la estantería de tu hermana (la que nunca oía nada que no se emitiera en los 40), o veremos tal vez como la suerte da la espalda al cantante y compositor británico, y este no consigue traspasar la barrera que a menudo separa a crítica y público?

Y eso que no le ha faltado promoción: al año de convertirse en ganador del BBC Sound of 2012 gracias a  “Home Again“, el disco con el que debutaba, el artista de origén ugandés se vio no sabe ni cómo metido en la sesiones de grabación del “Yeezus” de Kanye West, (situación por la que se vió ampliamente superado, como confirma el hecho de que las abandonara al poco tiempo, sintiéndose “estúpido entre tantos productores y raperos”), y en este 2016 aún ha visto como un simple tweet de la todopoderosísima Adele propulsaba “Black Man in a White World“, primer sencillo de su segundo largo, hasta unos niveles de popularidad sencillamente estratosféricos.

Le voy a tener que dar la razón a Adele: no es demasiado dificil dejarse engatusar por las hechuras clásicas de un disco que tan pronto remite a Otis Redding como a otras figueras totémicas del mejor soul (¿No hay algo de Marvin Gaye en el magnífico tema titular?), y que la vez -es sólo mi opinión- se muestra mucho más ambicioso en la revitalización del género que lo que lograba, por ejemplo, Leon Bridges en su “Coming Home” del año pasado. Aquí caben la cuestión amorosa y la cuestión racial, el conflicto de sentimientos y la lucha de clases, el ejercicio de estilo (No hay más que escuchar esta fabulosa “One More Night“, publicada en 2016 pese a lo que nuestros oídos registran) y la actualización de un género (en las labores de producción está Danger Mouse, claro) que se resiste a dar por delimitado su campo de acción. Así, el disco se abre con una fastuosa pero atípica pista de diez minutos en la que se entremezclan rock sinfónico, arreglos orquestales a lo Isaac Hayes y coros góspel, para dar paso a continuación al blues proletario e infectado de funk de la mencionada “Black Man in a White World“, y el sonido blaxplotation de “Place I Belong“. “Falling” es el baladón incontestable y abatido que podría haber firmado Winehouse en una noche especialmente autodestructiva, y “Love & Hate” es como esos papeles de discapacitado con los que sabes que el actor de turno va a llevarse el premio Oscar, de cabeza: una melodía imborrable, unos arreglos escalofriantes, una letra (Love and hate / How much more are we supposed to tolerate / Can’t you see there’s more to me than my mistakes / Sometimes I get this feeling makes me hesitate) a la que no se le puede poner objeción alguna, y una interpretación en su punto exacto de -emocionante- contención. A esas alturas del disco (ni siquiera voy a extenderme acerca de la odisea a través de la mejor música de los 60 y los 70 que supone “Father’s Child“, o las abrasadoras guitarras de “The Final Frame“), está más que claro que nada de lo que pase a continuación podrá refutar el hecho incontestable de que que Kiwanuka ha firmado, negro sobre blanco, uno de los discos del año.

Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2016, Love & Hate, Michael Kiwanuka, Otis Redding, Polydor, Rhythm & Blues, SoulEnlace permanenteDeja un comentario

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