Una avalancha de buenos deseos en forma de palabras e imágenes digitales fijas y animadas ha tenido lugar en diversos lugares del planeta. Se espera una réplica los días 30 y 31. El desprendimiento ha sido provocado por la sincronización de millones de dedos índices y pulgares, aporreando al unísono teclados de móviles y tablets. Según declaración de algunos supervivientes, ha sido una experiencia extenuante: "cuando me estaba reponiendo de un buen deseo me encontré de pronto con otra docena de ellos y así sucesivamente". Gracias a dios, la gente se ha recuperado rápidamente y hasta ha organizado multitud de partidas de voluntarios que recogerán los deseos que sobren y se hallen en buen estado para enviarlos a pueblos remotos de nuestra memoria que desconocen las felicitaciones. Muchos de sus habitantes carecen asimismo de índices, pulgares e incluso extremidades completas. Este macro movimiento ha sido bautizado como Operación Deseos.