Hola tele:
Sé que muchos me matarían solo por decir lo que voy a decir, pero, como tú bien sabes, llevo ya nueve meses viviendo en EEUU y prácticamente ni te he encendido. Con la de fans de la programación americana que hay por el mundo, y yo, que tengo el cable pagado y lo único que tengo que hacer es pulsar un botón, voy, y paso total.
Pero claro, una cosa hay que reconocer, y es que la televisión que se hace en los Estados Unidos de América da la vuelta al mundo. No hace falta vivir aquí para ser fan de algunos de sus programas y series más conocidos, pero no me digáis que no tiene delito vivir aquí y ni siquiera saber cuáles son esos programas que conoce todo el mundo.
La cosa, tele, es que al final un día me tuve que plantar y decirme: mira bonita, tú has venido a este país a conocer cuanto más América mejor, y la tele también es América, así que venga, a hacer un esfuerzo y a tragarse un poquito de televisión, y así dejas un rato el twitter.
Y aprovechando que iba a pasar un fin de semana sola en casa y que no quería salir mucho porque hay que ahorrar (que otra cosa que pasa en este país es que se gasta muchísimo) me metí un maratón de televisión de viernes a domingo cuya única regla fue: prohibido elegir, vas haciendo zapping, y lo que vaya saliendo, te lo tragas. Ah! Y nada de series, claro, porque las series más o menos ya las conocemos todos. Reality y programas chungos, que es lo que nos gusta.
Para que os hagáis una idea, la televisión por cable que tenemos en casa tiene más de mil canales, aunque algunos no están habilitados porque o bien son para adultos o bien hay que pagar todavía más por ellos, pero bueno, aún así la cosa se te queda en unos ochocientos sesenta aprox, que no está nada mal.
Empecé por el principio que es como se hacen las cosas y zappeando zappeando, evitando todas las apetitosas películas y series de televisión y canales de noticias y deportes, fui descubriendo alguna que otra cosa interesante. El azar quiso que el primer programa de televisión que se cruzase en mi camino fuera COPS, un programa de los noventa bien conocido en España. Otro que también se debe de conocer al otro lado del charco es How do they do it?, pero yo no sabía de su existencia hasta que lo tuve delante, y la verdad es que es bastante entretenido.
Eso sí, lo mejor llegó cuando descubrí que los viernes es el bride day en no sé qué canales para mujeres y me pasé el resto de la noche viendo programitas de chicas que preparan su boda, sin ser yo nada de eso. Como la noche del sábado, que encontré un programa en MTV llamado Girl Code y me quedé enganchada perdida, horas y horas, escuchando como unas chicas muy monas y muy modernas ellas hablaban de todas las cosas que nos interesan a las chicas jóvenes, como la primera vez o las citas por internet.
Y lo peor (o mejor también, porque al fin y al cabo es una cosa que mola) llegó el domingo por la mañana. Día del Señor también en este país, que aunque vaya de moderno tiene un aroma religioso bastante apestoso, en esta mañana Dios quiso que se cruzara en mi camino un canal religioso. Pero me debió de tocar el programa más cutre porque no consistía más que en un señor leyendo la Biblia, pero tal cual, sentado, con una Biblia en la mano, y leyendo, y lo que él iba leyendo te iba saliendo a ti detrás de él para que lo leyeras tú también, con fondos dignos del mejor power point de esos que envían las madres por e-mail.Es verdad que en un fin de semana de zapping no te da tiempo a descubrir muchas maravillas de la parrilla de pago estadounidense, pero yo me atrevería a decir que no encontré ninguna. ¿Programas que enganchan? Sí. ¿Programas que merecen la pena? Ni uno. Aunque aquí la televisión esté mejor producida y mejor preparada no deja de ser un entretienebobos igual, así que seguiré dedicándome a las películas y las series, que es lo que a mí me va.
Total, tele, que no podemos ser amigas. Ya lo siento por ti, que eres la que sale perdiendo. Un saludo:
@perradesatan