Tener secretos no es malo... María Palacios, una mujer con un pasado enigmático, se instala en el patio de vecinos de un edificio en la hermosa ciudad de Sevilla. Carga con secretos que la han llevado por un camino oscuro y su sed de venganza la consume. Mientras se esconde entre los demás residentes, observa, planea y espera el momento adecuado para llevar a cabo su plan. Noel Vargas, el propietario de un hotel en el popular barrio de Triana, ha experimentado una vida llena de dificultades y desafíos. La tragedia familiar que lo obligó a tomar las riendas del negocio ha dejado una profunda huella en su ser. Desconfía de los demás y se siente acorralado por la soledad. Desde que María se incorpora al hotel como recepcionista, comienzan a producirse acontecimientos extraños que ponen en tela de juicio la profesionalidad del establecimiento y amenazan con perjudicar su prestigio. María deberá tomar decisiones difíciles que determinarán su destino y el de aquellos que la rodean.
Calista Sweet teje una novela de personajes inusuales, de lugares escondidos, pero con encanto y de objetos atípicos.
Un par de zapatos y un mensaje inesperado: tener secretos no es malo es su libro más maduro, más profundo y más complejo.
Personajes encerrados en jaulas de oro, personajes heridos de muerte, personajes que buscan su lugar en el mundo, personajes atípicos que son capaces de con una mirada o una palabra meterse en tu alma.
Es una novela con muchas capas profundas, casi enterradas, que no seremos capaces de ver hasta que no terminemos de leer la historia.
La autora hace que, hasta lo más duro del mundo, lo peor que nos puede pasar, se lea con gran deleite, ya que está escrito con mucha valentía, pero con mucho corazón.
Algo que admiro de Calista Sweet es la forma en la que suele unir a personajes sin nada en común y con mucho que aportar, decir y contarnos. Porque en esta novela, tenemos personajes de distintas edades, nacionalidades, pero la manera tan natural de presentárnoslos a todos, me encanta.
Además, que, aunque Sevilla es ese personaje silencioso y observador que lo sabe todo y guarda los secretos, como que al girar todo en torno a un patio sevillano, como que todo la ha quedado como más íntimo, más hogareño...
María Palacios y Noel Vargas navegan por lugares diferentes, están perdidos de la misma forma, pero a su manera. También, es bonito ver como dos personas tan distintas pueden llegar a conocerse, a entenderse con la mirada o con un gesto.
Calista Sweet juega con los secretos y los silencios, pero también nos va ganando narrando la historia en dos tiempos: presente y pasado.
Creo que tienen que existir estas dos partes, ya que si falta una de estas: La novela estaría coja y no se entendería en su conjunto.
Un par de zapatos y un mensaje inesperado: tener secretos no es malo es una historia que he leído muy lentamente, porque necesitaba hacerlo y he hecho bien.
He terminado enamorada de las dos ancianas, de su gato, de los personajes del hotel, de los personajes de Londres.
Creo que, la profesión de María Palacios es preciosa y la he tomado como una metáfora de la vida. Ella da alas a las personas, las hace caminar, las hace sentirse seguras y con sus diseños son su forma de mostrar cómo se siente.
Noel es un personaje opaco, es decir: No sabía muy bien que pensar de él o que sentir hacia él, pero no he podido decidir hasta que no he terminado la historia entera.
Calista Sweet es la dama de las historias en las que los sentimientos están a flor de piel, la reina de los misterios camuflados en la trama, una de las autoras mejores en dotar a las tramas con personajes con alma y repletos de vivencias...
Mi novela favorita sigue siendo Arrivederci, Roma , pero Un par de zapatos y un mensaje inesperado: tener secretos no es malo es mi segunda novela favorita de ella.