Lewis, el aprendiz de mago, está convencido de que la moneda de la suerte de su abuelo Barnavelt es en realidad un talismán mágico. Con su poder... ¡podría hacer todo lo que quisiera! Pero pronto empiezan a ocurrir cosas muy muy extrañas. ¿Ha despertado Lewis una fuerza que escapa de su control?
Una figura en las sombras es el segundo libro de Los casos de Lewis Barnavelt. El primero fue La casa del reloj en la pared y podéis encontrar la reseña pinchando aquí.
En este segundo tomo de Los casos de Lewis Barnavelt, regresamos al número 100 de High Street. Lewis ya lleva muchos meses conviviendo con su tío Jonathan y su vecina, la señora Zimmermann, por lo que está totalmente familiarizado con los trucos de magia que se esconden por todos los rincones de la casa. Además, ha conseguido hacer una nueva amiga, llamada Rose Rita, con la que comparte aficiones, tiempo y secretos. Sin embargo, en el colegio sigue teniendo que enfrentarse al miedo que le provocan los «malotes» de la clase, que continúan acosándole y metiéndose con él por su aspecto.
Lewis es un niño inocente, inseguro y vulnerable, obsesionado con la posibilidad de que lo envíen a un internado. Esta vez, además, está desesperado porque quiere ser capaz de plantarle cara a los malotes para defenderse a sí mismo y cuidar de su amiga Rose Rita que, por cierto, no necesita que absolutamente nadie la proteja.
Un día, su tío Jonathan abrirá el baúl del abuelo Bernavelt. Allí, entre un montón de baratijas, encontrarán una vieja moneda que supuestamente es un amuleto. Este talismán se convertirá en la única esperanza de victoria para Lewis, pero también en su enemigo más peligroso.
Una de las cosas que más me gustan de esta saga es el ambiente oscuro, tenebroso y lleno de sombras que ha creado John Bellairs. La trama tiene tensión, misterio y algún susto, mezclados con sentimientos de amistad y lealtad.
Como curiosidad, confieso que todo me hace pensar que JK Rowling leyó este libro en algún momento de su vida y encontró cierta inspiración en él para un detallito de su historia. Cuando lo leáis, entenderéis a qué me refiero ;)
Si la primera parte me gustó, Una figura en las sombras me ha gustado mucho más. Lo devoré en dos tardes porque no podía dejarlo. Además, el ritmo me pareció más ágil que en el anterior libro. Este libro se publicó por primera vez en 1975 y, con él, John Bellairs volvió a poner delante de los lectores una aventura de fantasía gótica divertida y espeluznante, que hará las delicias de los más jóvenes de la casa y de los mayores que siguen disfrutando con historias de magia y espíritus malignos.
La edición que nos trae Alfaguara es en tapa dura y con una cubierta oscura preciosa que complementa a la perfección la historia que guarda entre sus páginas.
—Opinión de Inés Díaz Arriero—