Revista Cultura y Ocio

Opinión de vidas descalzas de fabio geda

Por Miss_cultura @miss_cultura

OPINIÓN DE VIDAS DESCALZAS DE FABIO GEDA

«Recuerdo que esa mañana, en el párking del centro comercial, mientras salía de la furgoneta, agarrando el rifle del asiento trasero, miré hacia el bosque y me di cuenta de que el sol emergía del campo como un moratón. Era octubre y yo tenía quince años.»
Ercole y su hermana Asia pasan una infancia difícil, que superan a base de imaginación y perseverancia. Sin embargo, como todo el mundo, crecen, van a la escuela, se enamoran... Hasta que todo parece hacerse pedazos y Ercole cree que ser un desastre es un destino del que no puede escapar.
Cuando está a punto de rendirse, se entera de que su madre, de la que no ha tenido noticias en mucho tiempo, vive cerca de él. El reencuentro terminará provocando que tome una elección dramática. Tal vez, la única posible si quiere cambiar su destino...
* Traducción de Helena Aguilá Ruzola.

Vidas descalzas nos cuenta la historia de Ercole, un adolescente italiano que ha crecido en un ambiente bastante desestructurado. Su madre se marchó cuando él era muy pequeño y su padre siempre se ha dedicado a «vivir», por lo que es Asia, la hermana mayor de Ercole es quien se ha encargado desde el principio de cuidar de la casa y la familia. Pero ahora todo parece estar cambiando porque Ercole está viviendo su primer amor y Asia se siente preparada para irse a vivir con su pareja. Todas estas nuevas sensaciones harán que Ercole empiece a sentirse al borde del precipicio, hasta que descubre la verdad sobre su madre y decide ir a buscarla.
Vidas descalzas es una novela de personajes, por lo que son ellos quienes cargan con prácticamente todo el peso narrativo del libro, dejando de telón de fondo los escenarios y demás contexto. Porque aunque está ambientado en un lugar y en un tiempo concretos, esta historia podría estar sucediendo en cualquier sitio ahora mismo o hace cincuenta años. Y eso la convierte en una lectura totalmente atemporal, libre de modas y sin fecha de caducidad.
Ercole es un adolescente al que se le ha obligado a crecer pronto. Es maduro e inocente al mismo tiempo, valiente e inseguro, terco y dispuesto a cuidar de los que considera más débiles. Obviamente, la infancia que ha tenido lo ha marcado mucho, aunque a veces no quiera reconocerlo, y justo esos déficits que ha ido acumulando a lo largo de su corta vida son los que le crean dificultades a la hora de enfrentarse a las frustraciones cuando cree que algo no está saliendo como él quería o cuando se siente atacado. De hecho, es él quién nos va narrando toda su historia mientras recuerda cómo fue su infancia, su adolescencia y los sucesos que le condujeron a ser quien es en la actualidad.
El primer capítulo es espectacular. Apenas un par de páginas que te atrapan sin dejarte escapatoria. Porque, a ver, el protagonista está en el tejado de un supermercado, con un niño pequeño a su lado y una escopeta en la mano… ¿qué narices ha pasado para que acabe ahí arriba? Y, claro, ya no puedes irte sin descubrirlo.
Fabio Geda es también el autor de En el mar hay cocodrilos, que ya reseñé el año pasado. Una vez más, si tuviera que destacar una única cosa de su modo de escribir, sería la humanidad que desbordan sus textos, porque sus novelas hablan de personas, de seres humanos que se enfrentan a sus vidas mientras descubren cómo plantarles cara para poder salir adelante y el autor posee una sensibilidad especial para contárnoslo.
El estilo es sencillo y ameno, aunque me ha «molestado» un pelín que los diálogos no estén puntualizados como diálogos, sino como parte del texto descriptivo. No sé si me explico.
Vidas descalzas ha sido una lectura que me ha gustado mucho porque habla de personas que podrían ser reales, a través de unos personajes bien construidos, situados en la vida cotidiana y narrada con delicadeza, con un tono cargado de humanidad. Si os gustan este tipo de historias, os aseguro que este autor no os va a defraudar.
Opinión de Inés Díaz Arriero

Volver a la Portada de Logo Paperblog