El otro día por la noche estaba viendo Los Simpsons en Neox. Sabía perfectamente que en cualquier momento cortarían de forma brusca a publicidad, interrumpiendo no ya solo el episodio en sí, sino cortando en mitad de una escena, en mitad de una frase. Es algo que cuando me siento a ver Neox tengo asumido, por eso lo veo poco. Lo hicieron, interrumpieron un sketch, haciendo que perdiese gracia. Cuando estudiaba la carrera de Comunicación Audiovisual nos decían que no está permitido que los cortes publicitarios denigren o deterioren la calidad del programa que se esté emitiendo. Debe ser una sugerencia más que una norma o una ley, visto lo visto.
En cualquier caso, lo que no me esperaba es que Neox comenzara el corte publicitario con un mensaje que decía algo como “7 minutos de publicidad que te permiten seguir viendo este programa”. Creo que no digo nada nuevo cuando afirmo que la mayoría del público de series internacionales no las ve por televisión, sino descargadas de Internet o en streaming. Es algo bastante obvio. Las razones son varias, pero entre ellas está la ventaja de ver los episodios sin publicidad.
¿Cuántas veces han dejado a Homer con la palabra en la boca?
Es cierto que cuando me descargo el nuevo capítulo de mi serie favorita por un canal no oficial no le estoy dando dinero a la cadena ni a la productora, dinero que es necesario para que esa serie se siga haciendo. Ahí no se cuenta el hecho de que yo puedo hacerme muy fan de esa serie y acabar comprando los DVD’s y merchandising, algo que nunca habría hecho sin esa descarga previa, pero eso es otra historia. El problema está en que con estrategias como las de este mensaje de Neox, las cadenas parecen estar echando balones fuera de su campo: tú no ves nuestros programas como deberías, se pierde dinero, se pierden puestos de trabajo, es tu culpa. ¿Se han parado a pensar los motivos que nos han dado ellos para obviar la emisión por televisión de nuestras series favoritas y han hecho algo para remediarlo? Esto es cuestión de oferta y demanda. Internet es un medio que nos ofrece unas cosas que nosotros demandamos y que la televisión no ofrece. Pero ver cosas a través de Internet no tiene solo ventajas. ¿Se creen los ejecutivos de las cadenas que a mí me gusta ver mis series frente a mi ordenador, sentado en una incómoda silla que me deja el culo destrozado? Preferiría verlas tumbado en el sofá, sin duda. Pero cuando veo algo en televisión, siento que me están faltando al respeto como espectador. Me interrumpen el programa en el momento más inoportuno con eternas pausas para anuncios. ¿Y si esas pausas estuviesen bien colocadas en el show, sin interrumpir escenas, y fuesen más cortas? A lo mejor aumentaba la audiencia y la emisión acababa siendo más rentable. Es solo una propuesta, no tengo ni la más mínima idea de si funcionaría o no. Pero, ¿por qué echar la culpa al consumidor en lugar de intentar mejorar el producto? La televisión tiene muchas ventajas sobre Internet, hay que explotarlas. Internet ha llegado y ha cambiado el modelo de negocio, pero las televisiones aún tienen mucho que decir. Hay que adaptarse al mercado, no enfurruñarse en que siga siendo como ha sido durante las últimas décadas. No insultes a la audiencia, que la audiencia se va.