Por Pedro Muro
Arp Calidad
He de reconocer que no me gusta el título del artículo, hubiese preferido “El organigrama ha muerto”. Pero por desgracia es una muerte lenta, demasiado lenta, incluso hay quién aún no se ha dado cuenta que ha empezado a morir. Además, es una muerte necesaria y cuanto antes mejor para las empresas y las personas que las componen.
¿Por qué ha de morir?
Porque el organigrama es una de las representaciones más claras de un management obsoleto e ineficaz, derivado del taylorismo, command&control, ordeno y mando, como prefieras llamarlo.
Más allá de los inconvenientes (o falacias, como las llamaba Deming) tradicionales, hay algo subyacente en el organigrama que impide el crecimiento, la mejora, la evolución tanto de la empresa como de las personas.
El organigrama es como una cadena de grandes eslabones que impiden o dificultan enormemente la evolución. la innovación. Una prisión en la que las personas no tienen la libertad de proponer, se sugerir, de hacer por iniciativa propia.
Representa la cara más cruel del control, “yo te digo lo que has de hacer y tu lo haces, no pienses, simplemente hazlo“.
Hace 100 años posiblemente funcionase, pero hoy no, hoy todas las personas de una organización tienen la capacidad de pensar y tomar decisiones en su puesto de trabajo, sin “pedir permiso” a su “superior”. Hay otras formas diferentes de gestionar, por ejemplo, “La gestión por procesos”.
Pero cuidado, podemos cometer el mismo error que en todos estos años, lo he visto demasiadas veces.
Decidimos cambiar la estructura organizativa de nuestra organización, basada hasta ahora en el organigrama, por una nueva estructura basada en procesos, y volvemos a pecar, diseñamos los procesos nuevamente en función de nuestras propias necesidades y volvemos a dejar al cliente fuera.
Al final lo que conseguimos después de un tiempo y muchos recursos “derrochados” es un nuevo organigrama disfrazado de mapa de procesos y como consecuencia, ni evolucionamos ni mejoramos.
¿Por qué ocurre esto?
Porque generamos el nuevo sistema organizativo bajo los mismo paradigmas y esquemas mentales que generaron la anterior estructura.
Por lo tanto, si queremos una nueva estructura organizativa que nos proporcione los resultados que necesitamos y queremos, hemos de comenzar por cambiar los paradigmas y esquemas mentales (pensamiento) que nos llevó al fracaso, para poder general un nuevo sistema.
Y recuerda, que la “Gestión por Procesos”, es sólo una herramienta más; por si sola no va a aportar todo el valor que realmente necesita tu empresa. Pero como siempre te digo, esto es sólo mi opinión.
¿Qué opinas? Deja tu comentario, entre todos seguro que llegamos a conclusiones interesantes.
Gracias por leerme.
Un saludo.
3 mayo, 2011 por Pedro Muro
“La lenta muerte del organigrama” ha sido escrito por Pedro Muro para www.arpcalidad.com bajo licencia de Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.
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Fuente: Arp Calidad
Imagen: Organigrama