Sin palabras de agradecimiento. Así es como me encuentro tras la gran resaca de las últimas semanas de agosto, totalmente desbordado con tantas muestras de apoyo y cariño, tanto de familiares y amigos, como de gente totalmente anónima para mí (hasta hoy). ¡Gracias a todos! Jamás pude imaginar que mi grito de ¡ayudaaa! por las redes sociales pudiera tener tanta repercusión. Con mi más sincero agradecimiento a los que habéis hecho posible esta “epopeya veraniega”, aquí os presento la cronología de un apoyo popular al Bioanálisis “made in Spain”.
Todo comenzó a finales de julio, cuando desde el Foro Europeo de Bioanálisis se me comunicó que había sido seleccionado como uno de los 5 finalistas para el Premio Internacional “2013 Young Investigator Award in Bioanalysis”, un prestigioso galardón que premia la proyección investigadora de jóvenes científicos en este campo. La sorpresa fue mayúscula. Os podéis imaginar… Que un comité de expertos seleccionase mi candidatura como una de las 5 finalistas a nivel internacional por sus investigaciones más “excepcionales” en Bioanálisis (cito textualmente de las bases del premio) era una enorme satisfacción personal.
Pero la sorpresa no se quedaba ahí… Una vez seleccionadas con el máximo rigor científico las candidaturas finalistas, me comentaron el novedoso formato de “la gran final”. Desde el Foro Europeo de Bioanálisis se pretendía involucrar a los investigadores finalistas y a sus respectivos centros de I+D, en hacer campaña y acercar la investigación en bioanálisis al ciudadano de a pie. El fin era aportar un modesto grano de arena para generar sentido de la Ciencia y dar a conocer el importante papel de la I+D en la sociedad. Por tanto, en esta fase final, el único criterio para seleccionar al ganador sería el número de votos recibidos en una votación pública en la web durante el mes de agosto… ¡Ay mi madre…!
Tres americanos, un británico y un español (sí, de verdad, no era un chiste…). Yo lo veía como “David (España) contra Goliat” (USA y UK). Partíamos con una enorme desventaja: en Estados Unidos y Reino Unido, la maquinaria de divulgación está mucho más integrada en la sociedad, es decir, la gente participa más y apoya con entusiasmo este tipo de iniciativas. Además, los centros de investigación que financian los trabajos presentados, se vuelcan con sus candidatos. Por otro lado, dado que el objetivo de todo esto era acercar la investigación a un público más general y la votación es popular, en España sigue presente el “problema” del idioma, las candidaturas están en inglés y esto es otra gran ventaja para los anglosajones. Y ya no os quiero contar lo de poner la votación en el mes de agosto, cuando en España todo está de una u otra forma “cerrado por vacaciones”…
¿Qué podía hacer…? No quedaba otra que remar contra viento y marea, y competir por el voto del público hasta el final. Lo primero de todo era preparar un video divulgativo de la candidatura en inglés (lo puedes ver aquí). Esto era un requisito indispensable para los cinco finalistas. El siguiente paso sería agitar todo lo que pudiese las redes sociales… ¡Ayudaaa!
Entonces… ¿por cuál empezar? Voto popular, voto popular… ¡Facebook! Sí, Facebook parecía muy buena idea, pero… ¡no tenía! Así que el 26 de julio me hice uno personal y el 27 de julio felizmente se estrenó La Química en el siglo XXI… ¡en Facebook! Llegué por los pelos, pero llegué… El día 1 de agosto se abrió la votación por internet y con la ayuda de improvisados “jefes de campaña” (habéis sido muchos… a todos, ¡mil gracias!), el enlace a la votación se empezó a compartir.
Con LinkedIn lo tendría un poquito más fácil. Es una red social profesional que manejaba desde hacía meses, así que el 3 de agosto empecé a hacer “campaña” y abrí varios debates del tipo ¡Ayúdame con tu voto y comparte este enlace! en determinados grupos que podrían echarme una mano (Química en español, RenovAcción Asturias…), y funcionó, vaya si funcionó… ¡Muchas gracias a todos (especialmente a Ignacio F. Alberti, asturiano de pro) por vuestro apoyo!
… Y entonces se hizo eco la prensa. El sábado 10 de agosto el periódico digital Asturias Mundial (mi sincero agradecimiento a Ignacio Sánchez-Vicente, por ese café tan agradable) publicaba en su portada la noticia “Tu voto para un joven químico de Asturias, a la vanguardia mundial en Bioanálisis”. Ese mismo día, la Televisión del Principado de Asturias (TPA) (muchas gracias a Laura Estévez Fernández, irreductible astur), se acercaba hasta Grandas de Salime, donde me encontraba de fin de semana, y emitía en sus informativos la noticia
¡La cosa prometía! Y aún con la emoción del tirón de la prensa, el martes 13 de agosto (martes y trece…) me lancé y publiqué el arriesgado post “Un joven químico asturiano, a la vanguardia mundial en Bioanálisis”, donde expliqué en qué consistía la candidatura y os animé a votar por ella. Vuestra respuesta no pudo ser más gratificante: 500 personas han compartido este enlace en Facebook. Sí, habéis leído bien, ¡500! Increíble, muchísimas gracias de corazón.
Unos pocos días más tarde, el 18 de agosto, la TPA emitía en sus informativos la noticia “Un químico asturiano llega a la final del 2013 Young Investigator Award in Bioanalysis”, cuyo video os dejo a continuación:
Y esto no acabó aquí. Como muchos ya sabéis, la epopeya veraniega continuó creciendo. El sábado 24 de agosto el periódico La Nueva España publicaba la noticia “En la Champions del Bioanálisis” (mil gracias a Ana Martínez). Al día siguiente se estrenó @QXXI_justoginer y publiqué el primer tweet La Química en el siglo XXI… ¡en Twitter! Casi sin tiempo para disfrutarlo, el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), publicaba en su portada “Un químico español llega a la final del 2013 Young Investigator Award in Bioanalysis” (mi agradecimiento a Enrique Sacristán). Como colofón, el 29 de agosto, el diario digital El Imparcial publicó en su portada la noticia “Un químico español opta al Premio al Mejor Investigador Joven en Bioanálisis” (muchas gracias a Elena Viñas por tan agradable entrevista).
Alea jacta est… Hoy se han cerrado las votaciones, la suerte está echada. Ha sido un mes de agosto “de infarto”, pero ha merecido la pena. Sin duda, sea cual sea el resultado final de la votación (que os comunicaré tan pronto se haga público), haber llegado hasta aquí y recibir tanta ayuda y muestras de cariño hace que ya me considere “ganador” y sobre todo tremendamente orgulloso del apoyo popular al Bioanálisis “made in Spain”.
¡Muchísimas gracias a todos!
Justo
«Ciencia Química en el siglo XXI» | Dr. Justo Giner
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