Al acceder a la tienda, nos recibe un mostrador forrado en fieltro (también retroiluminado) de intenso rojo. Tras él, un mural de flores de colores de origami sobre fondo negro. El pavimento, de parquet claro.
A parte de la inspiración en el arte de la papiroflexia japonesa, la diseñadora ha querido también recrear los espacios de una vivienda. Tras el mostrador de la entrada, unas estanterías y un escritorio… imitan el área de un estudio. Una gran mesa central ubicada al fondo del local compone el salón y exhibe los artículos, iluminados con lámparas de sobremesa, como si fueran alimentos servidos para la comida. Por último, el despacho de diseño. Origami Paper cuenta con un estudio de diseño gráfico, a la vista del cliente tras un cristal y un gran espejo que esconde el aseo y el almacén. De esta forma cliente y personal pueden tener un contacto directo con el material de la tienda a la vez que diseñan. Como es necesario para practicar el origami, la diseñadora ha demostrado en este proyecto una gran imaginación a base de soluciones sencillas, coloridas y muy atractivas.
Un saludo a todos,
_besos
publicado el 30 mayo a las 17:21
Qué tienda! uaaaa me interesa mucho saber la dirección de la tienda ¿esta en México?