Aquí en Alemania los hombres orinan sentados.
La verdad es que nunca me llamó la atención o me sorprendió especialmente cuando me dijeron “es que aquí los hombres orinan sentados; ensucia menos”. Y como no lo encontré raro o repulsivo o poco masculino, pues es algo que nunca he comentado en España.
Hasta que mi hijo ha empezado a ir al baño…
La primera fue mi madre que, cuando vio que el niño se sentaba y que yo se lo “consentía” me dijo que si estaba de coña, que es un chico y, como tal, tiene que hacer pis de pie y que si no lo hacía así, en España iba a ser la comidilla. No le di mayor importancia al comentario y dejé al niño hacer pis tal y como está acostumbrado y le es más cómodo.
El caso es que ya controla mejor el asunto. Es decir, que ha aprendido a apuntar y, claro, teniendo en cuenta que su amigo del alma de la guardería es de padre turco, pues lleva unos días que no se quiere sentar para orinar y pone como excusa que Yusuf lo hace así.
A mí Yusuf me cae estupendamente, así como me caen estupendamente sus padres. No me parecen retrógrados, machistas o radicales. De hecho, la madre de Yusuf es de las pocas que me dirige la palabra amablemente y se queda a charlar un rato conmigo cuando coincidimos en la guardería (el resto me ignora completamente por ser extranjera). Supongo que la manera de orinar de Yusuf tiene que ver con la manera de orinar que tiene su padre y, en el sur de Europa, ya sea España, Italia o Turquía, los hombres orinan de pie.
Pero yo me he acostumbrado a estar rodeada de hombres que orinan sentados y realmente se ensucia mucho menos, lo cual se agradece porque no tengo ayuda en casa. Así que ahora yo soy la que quiero que mi hijo, en este sentido, sí que esté alemanizado y pueda orinar sentado sin complejos. Por supuesto que mi madre ha puesto el grito en el cielo y me ha llamado loca pero, oye, no es ella la que tiene que limpiar mi baño, no?