Orwell acabó la novela “1984” en 1948, hace ya 65 años. Lo que era un aviso, ahora es un manual que se aplica de forma diligente por todos los aspirantes a Gran Hermano que pululan como moscas y tábanos por el planeta.
La novela de Orwell se ambienta en Londres, que pertenece a un estado llamado Oceanía. Los ciudadanos viven sometidos a un control total y a una propaganda que les impide pensar de forma crítica. Todos los derechos están suprimidos y la existencia es miserable, con riesgo de perder la vida, o ser encarcelado o torturado, si no se demuestra suficiente fidelidad y adhesión al Gran Hermano. Se organizan numerosos actos colectivos donde se exige la participación activa de los miembros, gritando las consignas del partido, vociferando contra los supuestos traidores y dando rienda suelta al más desaforado fanatismo. Solo con fervor fanático se puede escapar a la omnipresente vigilancia de la policía del pensamiento.Orwell hizo un aviso, no un manual de Gran Hermano
El Gran Hermano es el jefe de los ejércitos, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Encarna los ideales del Partido único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población. En las calles y domicilios hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos de cada individuo ("telepantallas"). La intimidad es imposible. Sólo hay cuatro ministerios: El Ministerio del Amor: administra los castigos, la tortura y de reeducación de los miembros del Partido inculcando un amor férreo por el Gran Hermano y las ideologías del Partido. El Ministerio de la Paz: todos los asuntos relacionados con la guerra. Intenta lograr que la contienda sea permanente. Si hay guerra con otros países, el país está en paz consigo mismo. Si el odio y el miedo se pueden enfocar hacia fuera, no hay revueltas sociales El Ministerio de la Abundancia: cuya misión es que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un racionamiento espartano. El Ministerio de la Verdad: manipula o destruye los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado. Ahora mire a su alrededor. ¿Se ha usado la novela de Orwell como prevención o como manual de instrucciones para crear un Gran Hermano? Es imposible atravesar a pie o en vehículo una ciudad occidental sin que por lo menos una cámara te mire. Por su seguridad y por un precio asequible puede instalar un sistema de seguridad en su domicilio. Naturalmente, con cámaras para grabar a los “malos”, cámaras que también pueden grabarle sin que lo sepa. Es como describía Orwell, pero para colmo, paga Ud. el montaje del Gran Hermano particular. Algo parecido a la webcam de su ordenador, que se puede hackear y poner en marcha sin su consentimiento.Orwell hizo un aviso, no un manual de Gran Hermano
Su rastro cuando usa tarjetas de crédito también queda registrado, por eso animan a que las use, y por este motivo cada vez está peor visto el dinero en metálico, ya que no aporta información. En los países con “libertades” (con marcadas diferencias con Irán o Corea del Norte) para pinchar un teléfono hace falta permiso del Juez. Pero, ¿quién usa aun el teléfono fijo? Lo normal es que si estoy espiando un teléfono móvil autorizado por el Juez, como todo circula por las ondas, de paso me sea inevitable escuchar otros teléfonos… como el suyo, por ejemplo. Y como cada vez se pueden almacenar mayor cantidad de datos de forma más barata, esta conversación grabada va a parar al disco duro de alguna oscura agencia. De algún oscuro Ministerio de la Verdad, como explicó Orwell. Pero esto no es nada, ya que gustosamente colaboramos. La mina de información es Internet, y la mejor veta, las redes sociales. Ahí nos desnudamos voluntaria y voluntariosamente, muchas veces de forma obscena, y ofrecemos todo tipo de información privada para quien quiera usarla. Lo que no acabo de entender es que ahora todo el mundo se rasgue las vestiduras por el espionaje sistemático en Internet del Sr. Obama, a la sazón Premio Nobel de la Paz e icono de libertades y progreso. A mí lo que me ha extrañado es la filtración de seguridad, no el que se nos espiara a todo el planeta de forma muy “orwelliana”. No recuerdo quien dijo que la dictadura perfecta se basaría en un tipo simpático, amable y que usaría métodos tan persuasivos que los propios súbditos estarían encantados de seguirle. Creo que esa es la diferencia en formas del presente con el Gran Hermano de Orwell de 1984. Pero conviene no olvidar que, en el fondo, es lo mismo: lo sabemos todo sobre ti. Sabemos más de ti que tú mismo. Así de siniestro y de eficaz. Me imagino que lo que usted tiene publicado en la red es bastante inocente y para nada delictivo. Sólo comentarle que el cardenal Richelieu decía “dadme seis líneas escritas por la mano del hombre más honesto, y yo encontraré algo para hacerlo ahorcar.”También le puede interesar:
http://www.elartedelaestrategia.com/principios_de_la_propaganda_segun_goebbels.html
http://www.elartedelaestrategia.com/
El Arte de la Estrategia tusbuenoslibros