A falta de un par de entradas más sobre el viaje a Francia, que estarán a punto de caer, hoy os invito a pasear por mi modesto estudio.
Me gusta recibir a mis invitados -a veces amigos, a veces clientes, a veces compañeros… a menudo las tres cosas- con este cuadro que me regalaron. Representa una obra en construcción, quizá parada, quizá avanzando rápidamente…en constante cambio, como yo.
Me gusta tener flores.
Guardo elementos en desuso que ya nadie quiere pero que me traen recuerdos. Guardo trastos de alguna obra con regalos de gente que quiero. Y tengo velas por todas partes.Tantas velas, que hasta compré un antiguo arcón de iglesia que se empleaba para guardarlas precisamente (y que probablemente tenga un nombre técnico que no logro recordar…).
Colecciono recuerdos de viajes y mientras trabajo, pienso en el siguiente. De vez en cuando miro atrás, porque no quiero olvidar a quien me dio una oportunidad en algún momento de mi vida. La gente olvida con demasiada facilidad…A menudo me tomo el café sola, pero siempre tengo una silla para quien quiera venir a trabajar, a hablar o simplemente, a desconectar.
Coleccionaría lámparas si pudiera. Nada me gusta más.
Me siento mucho en el suelo, las cosas se ven con otra perspectiva desde ahí abajo y, en este mundo, hay que tener los pies en la tierra.Y hasta aquí, pequeñas confesiones sin demasiada importancia.
Pat