Os traigo luz…
Bueno, lucecitas blancas…
Una de las cosas que más me gustaba de la serie Ally McBeal era que, cuando paseaba por las calles de Boston, los árboles ( fuera verano o invierno), tenían lucecitas blancas.
Tengo el convencimiento que cualquier espacio es mejorable con esas chispas de luz ( pero blancas, a poder ser).
No las considero patrimonio exclusivo de la Navidad. Al contrario, las asocio con el verano y los chiringuitos de Formentera. Las considero un elemento a tener en cuenta en la decoración general de cualquier hogar, de forma atemporal…
Pueden ser bombillitas blancas, pero también están las velas. Esta opción tiene más trabajo. Poner muchas velas, encender muchas velas, vigilar la llama de muchas velas, eso, tiene su dificultad. Pero, normalmente, el efecto es espectacular…
Confieso : Soy una fan de las luces blancas…
NB : Ahora, también os digo que después de haber visto Poltergeist , si oigo una voz que me dice ¡ Ve hacia la luz! , no voy… ; – )