Isaiah está preocupado por su hermano Ethan, quien, tras varios años en un estado catatónico debido a un trauma infantil, despierta de repente con una sola frase: «Ya viene». El mismo día, una serie de temblores sísmicos azotan el pueblo y una enorme grieta aparece en una carretera de la zona. Quienes se acercan a ella, tarde o temprano, mueren de forma horrible. Mientras tanto, una voz susurrante y malévola parece haberse adueñado del pueblo y lleva a los habitantes que la oyen a cometer los actos más atroces. Una voz que parece confirmar que hay algo de verdad en las leyendas que hablan de un ente maléfico que aguarda bajo el pueblo...
Oscuro (2012) es la novela de debut de Teo Rodríguez, una novela correctísima que se adentra en el terreno del terror sobrenatural con éxito. Los personajes son correctos, quizás algo estereotipados para mi gusto pero marcadamente diferenciados, y que página tras página adquieren protagonismo en la mente del lector para introducirnos en la trama lentamente. Un uso del lenguaje sencillo, sin alardes y fácil de leer que, en ocasiones recuerdan al Stephen King más clásico nos empuja hacia el precipicio del tema planteado por Rodríguez. Y finalmente una atmósfera inquietante y una tensión creciente son, posiblemente, los puntos fuertes de esta novela.
De Oscuro destaco también como maneja Rodríguez el tema principal de la historia, que no es otro que el Mal. Sinceramente, cuando suceden los acontecimientos uno siente miedo, angustia, o en el mejor de los casos mueve una ceja hacia arriba. Eso en una novela de terror siempre es bueno. Además, los flashbacks que Rodríguez introduce correctamente nos sitúan en el contexto emocional de los protagonistas, haciéndolos mucho más entendedores. Algunos escritores abusan de este recurso, pero en el caso de Rodríguez los episodios encajan perfectamente en la trama temporal, lo que se agradece en la lectura.
Una vez terminado el libro no puedo evitar plantearme la cuestión de como habría quedado la novela si el argumento de Oscuro hubiera sucedido en un lugar no situado dentro de las fronteras norteamericanas. Más que nada para variar un poco.