Osvaldo Zubeldía, revolución estratégica

Zubeldía; y a su derecha, Juan Ramón Verón

Pocos hombres han calado tan hondo en la historia del fútbol argentino como Osvaldo Zubeldía. Promotor de un fútbol táctico, idealista de la estrategia, el técnico multicampeón con Estudiantes representa, no sólo un ídolo para este club, sino el precursor de una corriente que trascendió generaciones.

Nacido en Junín en 1927 tuvo un paso modesto como jugador, lo hizo en Vélez, Banfield, Boca y Atlanta. Pero obviamente, su recuerdo está impregnado con la imagen de entrenador.

Comenzó en Atlanta, donde empezó a aplicar pequeñas modificaciones que se hicieron comunes con el correr de los años pero que, en esa época, eran toda una novedad. El trabajo diario y en doble turno, la marcación al hombre, el offside y sistemas tales como el 4-4-2 o la defensa con stopper, salieron de la cabeza del gran Osvaldo.

Con el Bohemio consiguió un dignísimo cuarto puesto en 1961, promoviendo figuras como Hugo Orlando Gatti y Luis Artime.

Sus fundamentos fueron todos explicados en un libro. “Táctica y estrategia del

fútbol“, publicado en 1965 junto a su ladero Argentino Geronazzo. En una época donde el 4-2-4 que fascinaba al resto del mundo de la mano de los brasileños, Zubeldía sostenía: “No nos convence el desdén por el mediocampo. Dejándolo despoblado muchas veces ganan por goleada, pero también deben soportar, a veces la humillación de ser goleados”.

Fue el verdadero revolucionario de la historia de Estudiantes. Un equipo que, hasta el momento, estaba acostumbrado a pelear el descenso y que luego de su paso fue conocido en todo el planeta. Sus palmares fueron: Torneo Nacional en 1967; Copa Libertadores en 68′ , 69′ , 70′; Copa Interamericana en 1968 y la recordada Intercontinental ante Manchester United en 1968.

Ese partido fue, quizás, el más importante de la institución platense. Con todo su tacticismo, logró doblegar a los Reds en su propia casa y mantener la diferencia sacada en La Bombonera.

En el museo de Manchester en Inglaterra todavía se conserva un pizarron con algunos escritos de Zubeldía en la previa del duelo del 68, donde se distingue claramente la frase: “A la gloria no se llega por un camino de rosas”.

A 30 años de su muerte, desde MuyFutbol nos parecía adecuado recordar a este hombre que, más allá de las críticas, fue una pieza fundamental para nuestro fútbol y contribuyó de manera insoslayable a construir la famosa “mistica pincha”.