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Otelo. William Shakespeare

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Otelo. William Shakespeare
     "La reputación es un prejuicio inútil y engañoso, que se adquiere a menudo sin mérito y se pierde sin razón."
     Pese a que leer teatro es complicado, hay obras que nos llegan hasta la puerta de casa. Bien sea en cine, en teatro o en listas escolares, acaban por ponerse delante de nuestra vista. Por cierto que si echo la vista atrás bien poco teatro se ha asomado a esta estantería, y es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, Otelo.

     Otelo es un general moro al servicio de Venecia que enamora a Desdémona casándose en secreto. Desdémona ya tenía por enamorado a Rodrigo, un rico caballero, creándose así un enemigo el marido. Tenía Otelo a otro enemigo en casa, Iago, un hombre que estaba a su servicio y no se vio contento con el ascenso de un compañero. Así que ambos acuden al padre de la joven que lo acusa de brujería mientras Otelo lucha por la ciudad. Al ver que su plan no resulta, ideará Iago  uno nuevo desencadenando una tragedia con él.
     Decir a estas alturas que Otelo es una obra en la que se representan los celos es no descubrir nada nuevo. Os contaré que se basa en un cuento de Cintio recogido en Hecatónmitos, concretamente en Un capitán moro. Conocemos además de varias versiones cinematográficas hechas a partir de la obra de Shakespeare, una famosa ópera. Por eso decía antes, que hay títulos que se empeñan en ponérsenos delante.
    Uno de los mayores placeres al acercarse a los personajes Shakespirianos, ya sea en su forma escrita o representada, es la riqueza con la que su autor los representa. En esta tragedia dominada por las pasiones, se desgrana el amor, la amistad y la desconfianza para dar paso a la venganza y el resentimiento y volver a morder la cola del remordimiento. El descenso de su personaje central a la desesperación hace que el lector o espectador no tenga tregua, adelantándose siempre un paso a unos acontecimientos que, lejos de sorprender, lo que buscan es que nos removamos incómodos en el sillón. A lo largo de cinco actos viviremos una acción ininterrumpida que culmina con un broche redondo que justifica las alabanzas de público y crítica.
     Al igual que puede pasar hoy una lengua viperina que encuentra donde morder, empaña cualquier tipo de relación que toque. Esta vez no hablo de relaciones románticas, sino que cualquier relación puede sucumbir a esa desconfianza.
     A fin de cuentas, la confianza es más fácil perderla que ganarla, ¿verdad?, ¿o no somos tan desconfiados como nos vendemos?
     Gracias

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