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¿Otra vez el mismo tema, Chocobuda? Sí, es el secreto del Zen para despertar

Por Chocobuda
¿Otra vez el mismo tema, Chocobuda? Sí, es el secreto del Zen para despertar

En mis años practicando y enseñando budismo Zen he sido bendecido con encontrarme a muchas personas que han decidido caminar esta Vía conmigo. Pero también me he encontrado con muchos que se van aburridos, porque creen que siempre hablo de lo mismo. En ocasiones me preguntan, «¿Otra vez vas a hablar sobre esto, Chocobuda?». Sí, otra vez hablaré sobre esto porque la repetición es precisamente el secreto del Zen para despertar. No es un accidente ni falta de creatividad; es por diseño que los maestros budistas siempre volvemos a los mismos principios esenciales.

Vacuidad, las Cuatro Nobles Verdades, Tres Venenos de la Mente, las enseñanzas de los Patriarcas, naturaleza búdica; todos son temas recurrentes. Llevamos milenios enseñándolos y seguiremos haciéndolo porque el ser humano es tan bestia, que necesitamos repetirnos el mensaje una y otra vez.

Cuando leemos un libro o vamos a una charla, basta con que pase una mosca y lo olvidamos todo.

Vivimos en una cultura que valora lo inmediato y lo novedoso. Siempre buscamos algo nuevo, algo diferente, algo que nos entretenga y nos saque del aburrimiento cotidiano. Pero esta cultura de la inmediatez ha erosionado nuestra capacidad de profundizar en lo esencial. Hemos perdido la paciencia y olvidado que la verdadera transformación espiritual requiere tiempo, atención y, sí, repetición constante.

El Zen no está para divertirte y, para el caso, ninguna tradición budista. Estamos para retar tus ideas preconcebidas del mundo, bajarle a tu ego y darte las herramientas para ser una persona compasiva.

La trampa de creer que ya sabes todo

Me parece siempre muy curioso observar cómo algunas personas abandonan las sanghas budistas porque sienten que ya «dominan» el mensaje. Escuchan unas cuantas enseñanzas, leen algunos textos clásicos y pronto asumen que han descifrado todas las enseñanzas del Buda y los Patriarcas del Zen. Estas personas, sin darse cuenta, caen en la trampa del ego espiritual, creyendo que ya no necesitan meditar ni asistir a actividades comunitarias porque «ya lo saben».

Con cierta frecuencia recibo mensajes que dicen cosas como “no fui a Zazenkai porque ya sabía lo que ibas a decir”.

Cuando esto sucede, empiezan a distanciarse poco a poco. Su práctica se vuelve intermitente, comienzan a descuidar su meditación diaria y eventualmente abandonan completamente la comunidad. Pero ¿qué hay detrás de este fenómeno? Simplemente soberbia disfrazada de sabiduría.

El Zen para despertar no se trata de acumular conocimiento intelectual, sino de desarrollar humildad y atención plena a través de hábitos constantes y repetidos.

Dogen Zenji es claro cuando nos repite una y otra vez su mensaje: iluminación es práctica. Son una sola cosa indivisible.

El Zen no busca novedad, busca profundidad

Si estudias los textos clásicos budistas, notarás algo interesante: todos ellos son profundamente repetitivos. El Sutra del Corazón, el Sutra del Diamante, los koans y hasta las charlas informales de grandes maestros como Dogen Zenji o Bodhidharma siempre insisten en los mismos puntos clave. ¿Por qué?

Esto tiene varias razones. La primera y más importante es que el ser humano necesita la repetición para aprender y desarrollar sabiduría. La repetición es la madre de la transformación.

Otra razón es que en los tiempos del Buda no existía la palabra escrita. Los sutras surgieron como tradición oral, y la repetición era una manera de recordarlos para luego transmitirlos a otras personas.

Y luego está el hecho de que el Zen no busca sorprenderte con algo nuevo en cada sesión, sino llevarte a profundizar en las verdades fundamentales hasta que estas verdades se conviertan en tu forma natural de vivir. La repetición no es accidental, es intencional y necesaria. Cuando repetimos, gradualmente incorporamos la sabiduría del Zen en nuestro cuerpo, mente y vida cotidiana.

¿Cómo funciona la repetición en el Zen para despertar?

La repetición en el Zen tiene una función clara y precisa: nos ayuda a superar la mente que constantemente busca distracciones y novedades superficiales. Cada vez que escuchas una enseñanza repetida, si tienes una mente abierta y humilde, descubrirás una nueva capa de significado y entendimiento.

Por ejemplo, cuando te sientas en Zazen cada día, la postura es la misma, la respiración es la misma, y aparentemente no cambia nada. Sin embargo, cada sesión es diferente porque tú eres diferente. Tu mente está en otro estado emocional, tus pensamientos cambian, tu perspectiva se transforma sutilmente. La repetición constante en Zazen es precisamente lo que te permite observar estos cambios sutiles y comenzar a despertar a la realidad tal como es.

Este es exactamente el mecanismo del Zen para despertar: aunque las palabras se repitan, tú cambias continuamente. Esa es la belleza y el poder del Zen.

Día tras día hablo de Zazen y de los mismos temas que se tocan en las comunidades Soto Zen. Pero lo hago desde diferentes perspectivas, lecturas y ejercicios. Y poco a poco, conforme la sangha lo necesita, amplío la profundidad de las enseñanzas. Literalmente lo he hecho por años y a veces siento que no he tocado ni la superficie del Dharma. Pero no me rindo, sigo adelante. Es lo que hacemos los maestros del Zen y no nos vamos a detener. Es necesario.

¿Aburrido del Zen? Quizá necesitas una mente de principiante

Si tu maestro budista te aburre porque repite demasiado las enseñanzas, detente un momento y busca tu mente de principiante, ese estado mental del que hablaba Shunryu Suzuki en su libro Mente Zen, mente de principiante. Suzuki Roshi decía que en la mente del principiante existen infinitas posibilidades, mientras que en la mente del experto existen muy pocas.

Cuando pierdes la mente de principiante, caes en la arrogancia de creer que ya no tienes nada más que aprender. O que ya conoces al 100% a una persona. Este es el mayor obstáculo en tu camino espiritual. Recuerda siempre que el Zen se vive y se entiende desde la humildad y la simplicidad. Cada enseñanza, cada sutra repetido, cada sesión de Zazen es una oportunidad para despertar un poco más.

La práctica repetitiva del Zen transforma tu vida cotidiana

El objetivo del Zen para despertar no es solamente soltar los pensamientos y aceptar las cosas como son; es mejorar tu vida cotidiana aquí y ahora. La repetición en la práctica te ayuda a incorporar hábitos saludables y sostenibles que traen beneficios reales a tu vida diaria.

La paciencia, la atención plena, la calma ante el estrés, la claridad mental para tomar decisiones; todos estos son frutos directos de la repetición constante en tu práctica Zen. Cada repetición es una pequeña semilla que eventualmente dará frutos. ¿Aburrido? Quizá. Pero profundamente transformador, definitivamente.

La repetición es el corazón del Zen para despertar

Sé que este post puede ser tomado como una chancla gigante. Y aunque me parece divertido, no es la intención. Me gustaría que consideres esto: en el Zen, la repetición no es monotonía, sino maestría. Es el proceso que nos lleva de la superficialidad del conocimiento a la profundidad de la sabiduría práctica. Es lo que nos permite despertar gradualmente, entendiendo y experimentando cada vez más plenamente la realidad tal como es.

Así que la próxima vez que escuches una enseñanza que ya has oído antes, no te preguntes por qué se repite, sino qué nuevo aprendizaje puedes descubrir en ella. Recuerda, las palabras pueden ser las mismas, pero tú no lo eres. Este es el verdadero poder del Zen.

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