Como escribimos en su momento en la serie que pueden ver en el índice de la derecha titulado “Lo que no cuenta este Blog”, y que al final contó con pelos y señales, la mayoría de directivos y jugadores béticos participaron de manera activa en el bando nacional durante la Guerra Civil.
Ya saben que esta investigación fue llevada a cabo debido a la leyenda urbana que situaba al Sevilla FC como el equipo fascista durante la guerra, cuestión que hemos demostrado es falsa, y así mismo comprobamos cómo fue al revés realmente, apareciendo tanto Queípo de Llano y el general Sanjurjo como elementos activos del beticismo, llegando a formar parte de su cuerpo social, cuestión esta que rompe de forma brutal con el victimismo histórico que han ejercido.
De la mayoría de los directivos béticos, en torno a unos 50, de profundas raíces militares desde sus inicios, tenemos documentada su relación, no solo de su participación y organización en el golpe, sino de la posterior cruel represión que ejercieron sobre la población civil sevillana, y en otras intentonas golpistas anteriores como la Sanjurjada. Sin embargo nos faltan documentar aún varios jugadores béticos de los que sospechamos –sabemos realmente- participaron activamente en el alzamiento, y de los que no tenemos constancia de su pertenencia al bando republicano. La investigación comienza a dar sus frutos. Así sabemos que Larrinoa y Rejón estaban en el País Vasco, zona republicana en el momento del Golpe, pero se alinearon con el bando franquista. El primero, en un destacamento de sanidad en Santander, y el segundo cayó herido en Extremadura. El gallego Cornejo también estuvo en el lado franquista, muriendo en Somosierra al querer tomar Madrid.
Ahora añadimos el caso del jugador Caballero, perteneciente a la delantera que ganó la Liga para el Betis Balompié en 1935, y en activo en el equipo balompedista a 18 de julio de 1936.
Diario deportivo Marca 9-1-1967
Dedujimos en su momento que ni un solo jugador en activo en julio de 1936, y directivos béticos del momento, participaron en bando republicano. Por contra en el Sevilla FC buena parte sí participó con la República, Euskalduna y Epelde lucharon como gudaris a favor de la República. Una vez hechos prisioneros fueron internados en campos de trabajo, Epelde en un campo de Zamora y Euskalduna en Jerez de la Frontera. Fede estuvo luchando como miliciano en el País Vasco. Tache, el que fuera máximo goleador en la temporada 1935/36, se enroló con el Barcelona en su viaje a Sudamérica, y se exilió en México por sus ideales republicanos. Guillermo Campanal, recién casado en ese verano, escapó con su señora una vez se produjo el golpe por el pasillo de Tomares hacia Asturias, donde luchó como miliciano Republicano.
Solo dos jugadores, como son Eizaguirre y Raimundo, lo hicieron en bando nacional. Algunos directivos sevillistas fueron exiliados o fusilados, cuestión esta que no se dio en el club bético, si bien algunos personajes aislados como Balbontín, que fue presidente sevillista, sí participó en bando nacional, en cualquier caso en el Sevilla FC no fue tan profundo el fascismo como en el Betis.
Continuamos investigando y seguiremos informando.