El camino del inca es conocido por ser la ruta a pie por la cual se llega a la grandiosa y majestuosa Machu Picchu. Partiendo desde Cusco, luego de casi cuatro días de marcha por el medio de los valles peruanos, se accede a la gran ciudadela inca, descubierta por Bingham en 1914. Sin embargo, el camino atraviesa numerosos asentamientos incas en ruinas de los que, salvo los eruditos en el tema y los guías, poco conocemos. Todos estaban interrelacionados entre sí, y comparten el estilo y la arquitectura de las edificaciones incaicas. algunas poseen terrazas de cultivo tan grandes como las de Machu Picchu o Pisaq.
Patallacta está en uno de los extremos del camino. Dada la lejanía con respecto a Machu Picchu, afirman que habría sido un centro administrativo y religioso. Sin embargo, su cercanía con Ollantaytambo hace pensar que no cumplía esa función. El sitio habría formado parte de las propiedades de Pachacutec. Pata significa "altura" y llacta,es la voz quechua para referirse a "pueblo".
Desde el sitio de Puyupatamarca se puede observar la cordillera de Vilcabamba y también la montaña nevada de Salcantay. Su nombre significa "pueblo encima de las nubes" y da registro de un hecho natural sorprendente: durante gran parte del año, las nubes se posan debajo de la meseta que sirve de base a la ciudad. Desviándonos de la línea del camino, el viajero accede a Chachabamba, que pareciera haber cumplido la función de lugar de descanso hacia la última gran ciudad.
Sobre una quebrada al borde del río Urubamba se construyó Winay Wayna, o Huiñayhuana, "siempre joven" en quechua. Esta ciudadela tenía diecinueve baños rituales, lo que destaca su importancia como centro religioso. A pesar de hallarse a cinco kilómetros de Machu Picchu, el emplazamiento fue descubierto recién en 1942.
Arriba de Winay Wayna los incas construyeron un importante número de andenes. Significó una compleja obra de ingeniería, en la que desarrollaron actividades de cultivo y de almacenamiento de granos. Recibió el nombre de Intipata, y se traduce como "promontorio del sol".
Antes de que el caminante llegue por fin a Machu Picchu debe atravesar el último punto construído: la "puerta del sol" o Intipunku, que está aproximadamente a un kilómetro de la ciudad. En tiempos precolombinos, era un punto de vigilancia y control. Desde allí, se puede observar una vista imponente de las ruinas y también, la salida del sol.