Estos días de recuperación emocional no suelen apetecerme determinadas prendas. Es curioso cómo nuestro interior y el exterior están vinculados. Ahora mismo me apetece vestirme con cosas que me hagan sentir bien (no he descuidado mi aspecto) pero tiendo a la sencillez. Cuando algo te preocupa y tienes que reconstruirte, sueles prestar mucha atención a lo que es accesorio y lo que es básico. Tienes que optimizar recursos... centrarte en lo importante y ordenar prioridades.
Con el estilo ocurre algo parecido. No me apetecen prendas complicadas ni nada recargado. Unos jeans suaves y de color clarito me parecieron suficiente 'casual' para un toque ligero de viernes. Y una camisa blanca muy fina... me dio comodidad y sencillez. Los complementos fueron en verde oliva, que es un tono primaveral, que siempre me ha gustado.
Nada especial. Fue un día tranquilo... mucho trabajo pero en el silencio de una oficina que ya anticipaba el puente... Así que cerramos la semana con necesidad de disfrutar de estos días de fiesta (el lunes descansamos en Madrid) y relax.
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