Hace algunas semanas terminé de leer el libro Outliers (Fueras de serie) con el subtítulo: Por qué unas personas tienen éxito y otras no, de Malcolm Gladwell. Este periodista de The Washington Post y The New Yorker es autor de otros dos libros muy interesantes como son The tipping point (Las claves del éxito) y Blink (Inteligencia intuitiva). Precisamente de este último hablamos en su día y le dedicamos tres post: Blink o el poder de la intuición (I), Blink o el poder de la intuición (II), Blink o el poder de la intuición (III).
Outliers es un libro que realmente merece la pena ya que aporta datos y conclusiones novedosas. Primero, Gladwell dice que es importante el talento y la capacidad de trabajo -lógico- pero que hay otras variables que no tenemos en cuenta -momento histórico en el que se nace, mes del año, familia, cultura, país o región...- que ocultan información que es determinante para explicar a aquellos que son considerados "fueras de serie". En pocas palabras: no piense que si Vd. es bueno y trabaja duro le bastará para llegar a la cima, se le escapan otras cosas menos obvias igualmente importantes. Y todo ello Gladwell lo contrasta con ejemplos (ver post: Pospongan el sexo hasta el mes de abril).
El libro está dividido en 8 capítulos, pero sin duda a mí hay uno que me ha gustado especialmente (es fantástico) y es el Capítulo VII (sólo por éste ya merece la pena) que lleva por título: "Teoría étnica de los accidentes aéreos". Gladwell recoge diferentes accidentes aéreos ocurridos a lo largo de la historia. Según el autor, en la mayor parte de los casos, los accidentes son consecuencia de un cúmulo de pequeños fallos que todos ellos sumados dan lugar al desenlace.
Cuando ocurren problemas dentro de la cabina del avión, la relación entre piloto-copiloto-controladores es fundamental, y en esa relación juega un papel esencial la comunicación: decir las cosas claras, a tiempo, sin miedos.... Sin embargo, en muchas ocasiones no es así debido a lo que se conoce como el Índice de Distancia al Poder (IDP); es decir, en culturas con bajo IDP se pueden decir las cosas claramente sin temor a la autoridad, mientras que en culturas con alto IDP hay muchos silencios o las comunicaciones se producen demasiado tarde sin ya margen de maniobra porque el copiloto no quiere contradecir al piloto, o no da instrucciones precisas a los controladores. Como se puede suponer, países con mayor IDP tienen más accidentes que aquellos otros con menor IDP. Para corroborar esto Gladwell recoge las transcripciones de las conversaciones en cabina antes de los accidentes que evidencia cómo la comunicación no fue la deseable. Y es que como decía Drucker, "el 60% de los problemas empresariales son consecuencia de una mala comunicación" (para nosotros el 60% como mínimo).
En la década de 1960 y 1970, el psicólogo holandés Geert Hofstede trabajaba para el departamento de RRHH de IBM. Su trabajo consistía en recorrer el mundo entrevistar a los empleados para preguntarles, por ejemplo, cómo solucionaban problemas, qué tal trabajaban juntos y cuál era su actitud ante la autoridad. Los cuestionarios eran largos y complejos, y a lo largo del tiempo Hofstede desarrolló una enorme base de datos para analizar de qué maneras difieren entre sí las culturas (de esto hemos hablado en varios posts: ¿Cómo se diría hijo de puta en Inglaterra?, El dilema del peatón o La mirada de los otros y la capacidad de autocrítica). Hoy, las dimensiones de Hofstede se encuentran entre los paradigmas más utilizados en la psicología intercultural. De todas las dimensiones, la más interesante es la que llamó Índice de Distancia al Poder (IDP): "La distancia al poder está relacionada con las actitudes hacia la jerarquía, en concreto, con cuánto valora y respeta la autoridad una cultura en particular. Para medir esta distancia, Hofstede hizo preguntas como: ¿Con qué frecuencia, en su experiencia, se da el siguiente problema: los empleados tienen miedo de expresar su desacuerdo con los gerentes? ¿Cuánto se respeta y se teme a la gente de mayor edad en una organización?.
Hofstede escribió en Culture´s Consequences: "En los países con un bajo IDP, éste es algo de lo que aquellos que lo tienen casi se averguenzan, y a lo que intentan restar importancia. Una vez le oí decir a un funcionario de una universidad sueco (país con bajo IDP) que para ejercer el poder intentaba no parecer poderoso. Los líderes pueden resaltar su informalidad renunciando a los símbolos formales. En Austria (otro país con bajo IDP) el primer ministro Bruno Kreisky era conocido porque a veces se tomaba el tranvía para ir a trabajar. En 1974, yo mismo vi al primer ministro holandés (bajo IDP), Joop den Uyl, de vacaciones con su caravana en un camping de Portugal. Un comportamiento tal sería muy poco probable por parte de los poderosos de Bélgica o Francia (alto IDP)".
Otro psicólogo Robert Helmreich midió el IDP de pilotos de todo el mundo. Según sus conclusiones, los países con más alto IDP fueron (otro estudio también se puede ver en Marketing Crosscultural, p. 59):
1. Brasil.
2. Coreal del Sur.
3. Marruecos.
4. México.
5. Filipinas.
Y los más bajos:
15. Estados Unidos.
16. Irlanda.
17. Sudáfrica.
18. Australia.
19. Nueva Zelanda.
* Dejo una entrevista a Malcolm Gladwell en El País donde habla de su libro Outliers.
* Para más información sobre el Índice de Distancia al Poder (IDP):
- Mapa mundial del Índice de Distancia al Poder (muy útil por lo visual).
-Malcolm Gladwell on Aviation Safety and Security.