Oveja Tinta, Malbec 2014

Que la “formación profesional” nos lleva a la “deformación profesional” podría ser el argumento de discusión para un largo coloquio entre amigos en una de esas tardes/noches donde te pones a arreglar el mundo, pero la realidad es que cuando te apasiona algo en concreto, tienes una fuerte tendencia a aplicar el filtro de tu interés al resto de las cosas que ves. Y esto me sucede cada vez que paseo por un mercado, sin rumbo fijo, y me paro, indefectiblemente, en la tienda de vinos, donde sufro la aparición de un reflejo condicionado equiparable al que inducía la salivación en los perros que Pávlov utilizaba en sus experimentos. Seguro que mirar estanterías llenas de botellas de vino me hace segregar “endorfinas”.

Hace algunos años, se estreno una película americana que se titulaba “Los hombres que miraban fijamente a las cabras”, basada en una novela que describía unos hechos, supuestamente reales, sobre un experimento del ejercito de EEUU. Mirar fijamente una cabra para hipnotizarla era uno de esos hechos. Pues bien, a mi me pasó al revés. Mirando la estantería me encontré con una oveja que me miraba fijamente hasta llegar a captar mi total atención al añadir a su profunda y enigmática mirada la palabra Malbec, rotulada al pie de la foto ovina. Tengo pasión por los Malbec. Si de algo me sirvió visitar y vivir en Chile, fue para descubrir el Carmener chileno y el Malbec argentino. Solo por eso ya valía la pena ir tan lejos.

La Malbec es una uva tremendamente plástica cuyo desarrollo y resultado viene condicionado por el “terroir” donde se cultiva. Incluso las añadas de una misma viña pueden diferir notablemente en función del régimen de lluvias o la insolación que se haya producido durante su ciclo de cultivo. Precisamente por esta incertidumbre congénita, la Malbec no es una variedad excesivamente cultivada en España puesto que nuestra climatología puede ser extrema de un año para otro. Los argentinos la adoptaron hace muchos años y en la zona de Mendoza, a los pies de Los Andes, la han desarrollado hasta limites sublimes gracias a una excelente adaptación y estabilidad climatica.

¡Pero mi oveja es española!, de Cuenca, para mas señas. Es la Oveja Tinta, un Malbec, monovarietal, elaborado por Bodegas y Viñedos Fontana SL en la población de Fuente de Pedro Naharro. Vaya por adelantado que por todo lo anteriormente dicho, yo no esperaba encontrarme un Malbec argentino hecho a la española, pero la curiosidad me hizo comprar una botella. ¡Vamos a probar!, me dije. Seran 8 € bien invertidos.

El Oveja Tinta Malbec 2014 es un buen vino. Bien elaborado y con una estructura muy correcta, obra de un excelente enólogo. De capa media y color rojo rubí mate, tiene un punto picante en nariz que desaparece al poco tiempo de oxigenarse, cuando aparecen leves aromas a frutas rojas y mermeladas. En boca es mas ácido que tánico, con un post gusto largo que no aporta excesiva madera pero que resulta equilibrado y suave sin ser demasiado goloso. Al final tiene un punto mineral sumamente agradable.

En fin, todo un descubrimiento. Un Malbec español, con personalidad propia que esta ganando una nueva imagen como zona donde se elaboran vinos con “pedigrí”.

Salud camaradas !!