Oxford 7

Autor: Pablo Tusset

SINOPSIS
Primavera de 2089: todo el mundo ha oido hablar de disturbios en las franquicias universitarias exteriores. Manifestaciones en New Berkeley, protestas en Sorbonne Resseau y algaradas estudiantiles por todo el Anillo Academico.
En el campus de Oxford 7, el profesor Sirhan Palaiopoulos y sus mas comprometidos alumnos de Cinematografia Precomputacional estan tramando algo. La rectora Deckard trata de controlar la situacion desde su despacho de la torre Huxley mientras las brigadas de antidisturbios se emplean a fondo, pero los chicos conseguiran salir de la estacion espacial con destino a Earth gracias a la ayuda de Rick Blaine, un viejo lobo del espacio que trafica con tabaco Burley germinado en tierra de verdad.
Lo que los chicos no imaginan es que peligros deberan enfrentar al final de su viaje, llegados al corazon de una apocaliptica Barcelona posterior a la Toma de la Boqueria
«Penetrante y audaz, divertida y sentimental, ingeniosa y pletorica: la nueva novela de un Pablo Tusset en su mejor momento.»
OPINIÓN de Carolina Márquez Rojas
Imaginad un futuro donde vuestro mundo se ha convertido en algo muy diferente. Un mundo en el que la Tierra ya no es el centro de la cultura ni de la educación porque ésta se ha trasladado a las colonias universitarias que conforman el Anillo Académico más allá de los límites de la atmósfera terrestre. Bueno, eso no tiene nada de extraño. Pero en ese ambiente universitario algo está ocurriendo... una conspiración se ha puesto en marcha para acabar con la tiranía de la rectora Deckard. Las normas abusivas de un gobierno que hace tiempo se acomodó en el poder son la causa de la insatisfacción de los alumnos y de su rebeldía contra el sistema que los gobierna. Un grupo de estudiantes deberá viajar a Earth para detener a Deckard y cambiar el orden existente, antes de que ese sistema termine por aplastarles.
Oxford 7 no es una novela de ciencia ficción, no al menos en esencia, solo en su apariencia me atrevería a calificarla dentro de ese género. Es un relato ácido, divertido, pero sobre todo muy crítico con el sistema social, con la política, la economía, los gobiernos. Es un reflejo del descontento de millones de personas que habitan el planeta Tierra, bajo la perspectiva de un futuro que ya está aquí, un futuro de preocupación y malestar profundos que únicamente podrán ser cambiados si surgen los líderes apropiados que puedan reconducir el enfado de las masas por el camino correcto: la movilización organizada es la solución.
En este sentido es necesario que alguien con una profunda conciencia de cambio se atreva a dar los primeros pasos para destruir al sistema. El profesor Sirhan Palaiopoulos es esa persona que conducirá a sus aventajados alumnos por el camino de la conspiración, enviándolos a Earth, concretamente a la ciudad de Barcelona, una ciudad apocalíptica que se ha convertido en un núcleo de marginación, pobreza y delincuencia.
Esta historia atrapa desde las primeras páginas porque es una historia clara y real como la vida misma en el planeta Tierra. Los personajes son clichés, meras excusas para dar vida a una trama que se sostiene por sí sola puesto que tiene vida propia, como un personaje creado artificialmente pero que termina poseyendo sus propias ideas y sentimientos, un personaje creado gracias a la ingeniería genética como si se tratara de un clon de cada uno de nosotros y se hubierea independizado de su creador. Esta idea me la aportan las numerosísimas referencias musicales, literarias y sobre todo cinéfilas que existen a lo largo de la novela -lo que Tusset denomina “vigésimicos”-.
Es indudable el aire que se respira a lo "Blade Runner": el nombre de la rectora, Emily Deckard, ya es revelador, y si los estudiantes recitan el parlamento final de Roy Batty, ya no me queda ninguna duda. Deckard representa el poder, es la cabeza visible de un sistema injusto y opresor y me gusta que esté representado por una mujer, aislada del mundo en la torre Huxley (¿un homenaje a Aldous?). No soy sexista pero está bien de vez en cuando que el papel de la tiranía esté en manos femeninas, no en vano la palabra "tiranía" es también femenina. Creo en el poder de las mujeres y en el hecho de que podemos ser más tiranas que los hombres si nos lo proponemos. No hay que rasgarse las vestiduras por ello porque lo importante es saber rectificar y darse cuenta a tiempo de que ese no es el camino, tanto si se es hombre como mujer. El poder corrompe en manos de una sola persona, de ahí que en las democracias modernas se estableciera el principio de división de poderes de Montesquieu. Emily Deckard termina siendo consciente de que ese poder la destruirá y que no es más que otra víctima del sistema.
Pero no es el único homenaje al cine: Rick Blaine es el descreído y cínico contrabandista de tabaco que ayudará a los estudiantes a abandonar Oxford 7, un personaje cargado de idealismo de antiguas luchas, semejante al Rick de Casablanca, un tipo que vive la vida a su manera pero romántico y dispuesto a seguir en la “resistencia” cuando sea necesario.
Este relato que representa un viaje ficticio para buscar una solución a los problemas globales del mundo actual debería ser leído por todos los que piensan que sí existe esa solución., incluso por los que no lo piensan, quizás cambiarían de opinión. Pero esa solución nunca vendrá por sí sola sino que debemos movernos, concienciarnos de que en nuestras manos es posible este cambio
El viaje a Earth será accidentado y probablemente las soluciones a los problemas existentes no se encuentren allí, en ese lugar futurista y apocalíptico. Yo nací y viví muchos años de mi vida en Barcelona y me ha sido emotivo recorrer de nuevo sus calles aunque bajo un punto de vista diferente al de aquellos tiempos. Algo está cambiando, sin embargo... lo percibo cuando viajo a mi ciudad y miro a los ojos de su gente, mi gente.
Creo que algo están conspirando...

Gracias a Destino (Planeta) por enviarme la novela, a Pablo Tusset por hacerme su "cómplice".
Y gracias a Oxford 7 y su equipo: Sirhan Palaiopoulos, Emily Deckard y a todos los conspiradores en la red.
Seguiremos en la resistencia...


CAROLINA MÁRQUEZ ROJAS