Una familia, una esposa infiel, un padre que lava dinero, un cártel de drogas mexicano y el pequeño pueblo de Ozark. Eso es lo que se vive en Ozark, el nuevo drama de Netflix, creado por Bill Dubuque. La primera temporada consta de 10 episodios, cuatro de ello dirigidos por Jason Bateman( Arrested Development).
Con tintes sombríos verdes y azulados, la serie juega con una premisa ya conocida por los espectadores apasionados de series como Breaking Bad o Justificated, entre otras series de antihéroes; ya que las temáticas relacionadas con el narco, crimen, drogas y sobre todo las cantidades estratosféricas de dinero impactan al televidente.
Lo cierto es que Ozark da un guiño a otras series que la audiencia conoce y por supuesto devoró cada episodio, puesto que su narrativa ya se ha contado con distintas versiones.
La historia pone en juego la vida de Marty Byrde (Jason Bateman) y su familia, ya que su trabajo como asesor financiero lo obligó a mudarse a una región rural de Misuri. Uno de los principales motivos de su viaje fue el robo de 8 millones de dólares a uno de los principales cárteles de México.
Aunque la serie comienza un poco mal, debido a que en los primeros episodios su madre Wendy (Laura Linney) lanza al descubierto el lavado de dinero que realiza su esposo a sus hijos Charlotte (Sofia Hublitz) y Jonah (Skylar Gaertner); a su vez estas actitudes de los personajes logran dar un toque satírico a la serie, regalando momento oscuramente cómicos y con la presencia sobresaliente de la fantasía antihéroe.
Cabe destacar que cada capítulo da un indicio de lo que se tratara, a causa del símbolo principal representado en el intro, el cual señala los sucesos que se contarán durante el capítulo, asimismo cada imagen tiene la forma sutil de las letras que representan la serie.
Por último, es gratificante ver cómo el protagonista maneja su lavado de dinero tan libremente, aunque está escapando de una muerte segura. El efecto dramático lo tiene, igualmente sombrío y cómico, aunque parece que los escritores quieren cubrir huecos o sustanciar más la serie de lo que realmente necesita la trama.
Ozark no es una serie mala. Si se desea un thriller de misterios y oscuridad cómica, es una perfecta opción, en vista de que el personaje de Wendy resalta con su forma perspicaz, su hilarante y vulnerable papel en la historia, lo que la convierte en la luz verde de la serie.