Desde su formación en la década de los ochenta, Ozric Tentacles ha esculpido un espacio propio dentro de la música instrumental, combinando elementos de rock progresivo, psicodelia, música electrónica y sonidos del mundo. En Waterfall Cities, la banda consolidó su identidad sonora, entregando un álbum que refleja tanto su evolución como su fidelidad a las raíces. El grupo, liderado por Ed Wynne, logra plasmar en este trabajo una madurez técnica que amplía los límites de su propuesta, sin perder el carácter expansivo y etéreo que ha definido su trayectoria.
Una de las características más destacables de Waterfall Cities es cómo incorpora elementos de jazz rock dentro de su distintiva atmósfera cósmica. Temas como “Coily” y “Sultana Detrii” revelan una fluidez melódica y rítmica que recuerda al virtuosismo del jazz fusion de los años setenta, pero reinterpretado con sintetizadores espaciales y guitarras texturizadas evocando paisajes intergalácticos. Estas influencias se entrelazan con patrones rítmicos complejos y una exploración armónica que va más allá de lo convencional. Así, el álbum no solo conecta con el legado del jazz rock, sino que también lo renueva, llevándolo a territorios más abstractos y modernos.
En términos generales, este álbum se presenta como un punto culminante en la discografía de Ozric Tentacles. Su capacidad para fusionar lo técnico con lo sensorial, lo terrenal con lo cósmico, demuestra una maestría que pocos grupos logran alcanzar. Es un álbum que invita a perderse en su vasto y fluido océano sonoro, donde cada escucha revela nuevos detalles. En definitiva, este trabajo no solo confirma la relevancia de la banda dentro de la escena psicoprogresiva espacial, sino que también la posiciona como uno de los principales exponentes de la música instrumental de su género.