Con motivo del nombramiento dela ciudad como capital Europea de la cultura en 2002 nace este pabellón diseñado por Toyo Ito cuya función es ejercer de símbolo de encuentro entre la ciudad histórica y la ciudad comtemporánea.
Pensada en un principio como una estructura efímera, por petición de los ciudadanos ha pasado a ser una presencia permanente en el contexto urbano.
La piel de este pabellón es una lámina de aluminio perforado autoportante y vidrio, con el fin de filtrar la luz hacia el interior y aportar ligereza. Alrededor se encuentra una lámina circular de agua dónde se refleja toda la piel del pabellón.
Siempre me gustó esta pieza, me parece todo como muy poético, la ligereza, el agua, la transparencia... sólo me falta ir a Bruselas y sacar unas cuantas fotos.