Hace unas semanas se estrenó una película de Nicolas Cage. “¿Pero si todos los meses se estrena una película de Nicolas Cage?”, pensaréis. El caso es que ésta era buena y encima estaba dirigida por un español. Por eso aprovechamos y llamamos al director sevillano Paco Cabezas mientras se encuentra en plena preparación de Mr. Right, película que protagonizará Sam Rockwell y Anna Kendrick.
En primer lugar felicitarte por Tokarev…
Muchas gracias. Obviamente la película tiene cosas que podrían haber estado mucho mejor porque el proceso de hacer una película hollywoodiense no deja de ser muy complicado. Pero creo que salvé los muebles y lo que ha quedado es medianamente interesante, teniendo en cuenta que podría haber salido mucho peor.
Yo empecé a saber de ti por tu corto Carne de Neón y desde entonces me pareciste un director al que había que seguir la pista…
En esa época yo trabajaba en un videoclub y pensado con perspectiva da vértigo. En diez años han pasado muchas cosas… Yo escribí el guión del largo de Carne de Neón, pero era un proyecto muy grande para sacarlo como mi primera película. El corto fue una prueba de fuego en plan “vamos a ver si este chaval sabe dirigir”, y al final salió muy bien. Aun así, mi productor me insistió para que escribiese una película de terror, que creía que podría funcionar mejor y así surgió mi primera película, Aparecidos. Me vino bien esa primera experiencia para afrontar después el largo de Carne de Neón con mucha más fuerza y seguridad.
Yo soy un fan del cine de terror y parece ser que no hace falta tener un nombre para hacer una película de este género. Es como si fuese una puerta por la que parece que puede entrar cualquier director novel que quiera demostrar algo.
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En cuanto a Aparecidos, ¿cómo surge la idea de combinar una historia de terror con un tema tan político como el de los desaparecidos de la dictadura de Argentina?
Podría haber sido cualquier cosa. Yo simplemente quería hacer algo original. Yo siempre tengo la obsesión de que al ser un chaval de barrio debo tener un respeto extremo al hecho de que me pueda dedicar al cine. Por eso siempre intento contar algo nuevo, para hacer algo que ya ha hecho otra persona pues mejor me quedo en mi casa. El caso de Aparecidos era encontrar ese elemento que hiciese a la película algo diferente. Me puse a pensar cuál podía ser el mayor horror al que un ser humano se puede enfrentar y los zombies y los vampiros me parecen unos seres adorables. Así que la idea de que te secuestren y te hagan desaparecer me daba mucho miedo y sobre todo si iba apoyada de una maquinaria estatal. Además estaba inspirada en hechos reales con lo que le añadía esa parte de un horror basado en algo que en verdad había pasado.
¿Tienes algo especial con Argentina?, porque Carne de Neón también se rodó allí.
Fue casualidad. El guión de Aparecidos tenía lugar en Argentina, me voy allí, conozco a un equipo estupendo y da la casualidad que cuando tenemos ya levantado el proyecto de Carne de Neón decidimos rodarlo allí. Creo que Buenos Aires tiene un rollo decadente que a mí me encanta. En general me gusta lo decadente en el cine… que las paredes supuren y tengan mierda y eso se transmita al celuloide. Y Buenos Aires tiene esa decadencia.
De Aparecidos a Carne de Neón pasan unos cuantos años en los que desarrollas tu faceta de guionista con Spanish Movie y Sexykiller. ¿Fue algo buscado lo de concentrarte en tu faceta de guionista?
Simplemente surgió así, yo soy alguien que no puede estar parado y tengo que estar continuamente trabajando porque si no me vuelvo un poco loco. Me apetecía escribir una comedia e hice Spanish Movie y después me apeteció hacer una comedia de terror y salió Sexykiller. Simplemente escribo el cine que me apetece ver. Por suerte o por desgracia uno no puede dirigir todo lo que escribe y si encima tienes la suerte de contar con directores que lo hacen bien pues yo contento. La vida es muy corta y a mi me gustaría generar la mayor cantidad posible de proyectos, ya sea dirigiéndolos yo o que los dirija otra gente con la que yo me encuentre a gusto. El cine es un proceso creativo colectivo y escribir cine forma parte de mí mismo.
Lo más curioso de mi carrera es que soy un director español que ha rodado muy poco en España porque he hecho dos películas en Argentina y una en Hollywood. Y tu equipo termina convirtiéndose en tu familia; es algo que aprendí en mi primera película y que no olvidaré nunca. Tu trabajo como director también es ilusionar a la gente, desde el tipo que hace los bocadillos al actor protagonista al que le pagan una millonada. Lo mejor es ver a la gente trabajar por la ilusión de que está haciendo algo que merece la pena. Mi trabajo es ser un catalizador de esa ilusión… No hay nada que me guste más que rodar un plano muy complicado y ver al equipo emocionado porque ha salido bien.
¿Para Carne de Neón cómo consigues embaucar a nombres como los de Mario Casas, Macarena Gómez, Antonio de la Torre o Ángela Molina?
La clave siempre está en el guión y en los personajes, es decir, que sea original y diferente a lo que se les suele ofrecer. Ofrecerle a Ángela Molina o Victoria Abril (protagonista del corto) un papel de prostituta con Alzheimer o a Mario Casas y Oscar Jaenada un papel de chapero cuya ilusión en la vida es montar un puti club no es algo que se haga todos los días. Supongo que cuando lo vieron pensarían “¿esto qué es?” Y eso ya despierta una cierta curiosidad. El truco está en tener un señuelo, diseñarles una trampa lo suficientemente grande como para que entren y que después no se escapen.
Tú además has tenido a tus órdenes a dos actores con personalidades muy definidas como Mario Casas y Nicolas Cage. ¿Cómo trabajaste este aspecto?
Con Mario hay que tener en cuenta que rodamos antes de 3MSC y en Buenos Aires, con lo que allí era un chaval normal. Mario es un actor impecable, con una fuerza y un carisma espectacular y eso lo vi en cuanto le puse la cámara delante. Pero no hubo ningún rollo en cuanto a lo que esperaba el público, eso ya vino en la promoción cuando se había estrenado 3MSC y nos dimos cuenta que habíamos hecho una película con un ídolo adolescente.
En cuanto a Nicolas Cage, uno tiene que ser consciente de quién es este hombre y lo que ha hecho. Tanto para lo bueno como para lo malo. Lo piensas y dices, “es que estoy trabajando con un tío que ha hecho películas con los Hermanos Cohen, Coppola, David Lynch…” Lo que sí tienes que tener en cuenta es que Nicolas Cage ha basado su carrera en el exceso y en una visión del cine a la que se le ha sacado mucha punta en internet. Por tanto, uno ya espera de él esos excesos y esa intensidad. Y la verdad es que yo prefiero tener a cargo a un actor que se arriesga y se pasa que a uno que se queda en medias tintas. Por supuesto me puedo equivocar pero prefiero a alguien que siempre está en el límite.
Pues si, tener una reunión en Hollywood en un edificio de estos acojona un poco #PaQueOsVoyAMentir pic.twitter.com/sWJXFbuzd0
— Paco Cabezas (@Paco_Cabezas) July 17, 2014
¿Cómo llegas a Tokarev?
En el momento que Carne de Neón se estrenó en Estados Unidos en el Festival de Tribeca comenzó un proceso en el que tienes mil millones de reuniones con Fox, con Warner… te lees cientos de guiones y vas poniendo tu nombre en un puñado de proyectos como si fuese un casino. Al principio no lo entiendes porque la mecánica es muy diferente a la del cine europeo donde vas con tu proyecto como si fuese tu niño presentándoselo a todo el mundo. Aquí tienes que tener muchos proyectos porque nunca sabes qué va a pasar.
De repente un día te dicen que a Nicolas Cage le ha encantado Carne de Neón y que quiere trabajar contigo. Ya que te digan eso mola mucho. Ya cuando me envían el guión veo que le da un poco la vuelta al prototipo de película del tipo han secuestrado a mi hija y se convierte en algo más oscuro e interesante. Es cierto que le falta el humor que yo le hubiera imprimido pero espero que en Mr. Right, mi siguiente película, tener esa posibilidad.
¿Cómo ha sido trabajar con un guión que no has escrito tú?
Sobre todo pude aportar ideas en las escenas de acción. Los guionistas en Hollywood tiene el Writers Guild Association, un sindicato al que si no perteneces no puedes escribir nada. Por suerte, los guionistas de Tokarev fueron muy buena gente y me dejaron reescribir y diseñar las escenas de acción. Fue como si me regalaran el tren de juguete más grande del mundo… Pensar que puedes rodar una escena por un pasillo con Nicolas Cage portando una escopeta haciendo casi lo que te dé la gana es el mayor premio que te pueden hacer.
A mi la verdad lo que más me gustó de la película fue como estaban planteadas las escenas de acción y las persecuciones…
Al final todo consiste en intentar aportar cosas nuevas. Por ejemplo, en una de las persecuciones interviene un doble de acción que se llama Michael Papajohn, que es el tipo que mata al tío de Spiderman en la de Sam Raimi. Como imaginarás es un señor que lleva muchos años en esto, pero, de todos modos, en su escena le dije que corriera con una bolsa de sangre y la fuese esparciendo poco a poco en la persecución, como si estuviese desangrándose. Lo mejor fue cuando me dijo que era la primera vez que le pedían algo así, habiendo hecho casi un centenar de películas de acción en Hollywood.
En cualquier momento Max Landis va a sentarse en ese sillon #MrRight pic.twitter.com/V1d7d4MZhE
— Paco Cabezas (@Paco_Cabezas) July 16, 2014
En Mr. Right vas a trabajar con Sam Rockwell y Anna Kendrick con un guión de Max Landis (guionista de Chronicle e hijo de John Landis)…
El caso es que surge antes Tokarev. Es un proyecto con el que llevamos ya dos años y que viene de Max Landis, que es alguien con quien tengo mucha afinidad. Fuimos a su casa a ver Sexykiller, una de las películas que he escrito, y apareció John Landis por allí. Es probablemente uno de los momentos más frikis que he vivido, la verdad. Ver una película tuya con uno de tus referentes, el hombre que hizo El hombre americano en Londres…. Con Max he encontrado un alma gemela, con un sentido del humor cercano al mío y eso será Mr. Right, como un reverso oscuro de una comedia romántica, con muchos tiroteos, con un humor a lo Kick-Ass. Y después están dos grandes actores como Sam Rockwell y Anna Kendrick. Para mi es un privilegio trabajar con Sam ya que considero que es uno de los grandes de su generación. Es un guión muy divertido y diferente y espero que sea la película con la que termino de forjar mi estilo.
¿Cómo vive un director de cine esa espera hasta el momento del rodaje?
El caso es que no me gusta el nombre de director de cine, me gusta más el de contador de historias. Cuando trabajaba en el videoclub recuerdo que vino un señor muy cansino y muy pesado que me estuvo dando la paliza una hora y cuando terminó me sacó una tarjetita que ponía Director de cine y me dio tanta vergüenza… Para mí director de cine es Scorsese que ha hecho cuarenta películas; yo lo estoy intentando. Por supuesto a mí me gustaría estar rodando todo el tiempo. Empezamos a rodar Mr. Right después del verano y ahora estoy haciendo el storyboard de la película, que es algo con lo que me lo paso muy bien. Esto es como atracar un banco donde la preparación en muy importante, tengo que visualizar la película todos los días para que cuando llegue el momento del rodaje nadie conozca la película mejor que yo. Así que en ese día a día, mientras estás esperando tiene que imaginar la película que vas a rodar.
También tienes otro proyecto con Nicolas Cage…
Sí, es un guión mío que se llama Men with no fear y que contará con Bryan Singer en la producción. Es una película de robos a lo Ocean’s Eleven pero más sucia y realista. Yo tengo siempre en mente películas como Fargo o Tarde de perros que le dan la vuelta al género al que se supone que pertenecen. Ese cine que encanta juega con las expectativas del espectador. Esto va de un robo muy largo con muchos puntos de vista y un tono brutal a lo The wire. Ahora que lo pienso, haber pasado de un videoclub y llegar hasta una película de atracadores con Nicolas Cage y el autor de las películas de X-Men es un gran paso.
Y digo yo que Nicolas Cage se habrá quedado contento con el resultado de Tokarev.
El último día de rodaje me dijo: “Ha sido un placer trabajar contigo y cuenta conmigo para lo que quieras”. Y yo le dije que la próxima tenía que ser con guión mío. Y así fue.