Mientras se encontraba en una playa de México donde tenía una casa en la que vivía prácticamente todo el año, amanecíamos hoy miércoles con la triste noticia del fallecimiento de un infarto a los 66 años, del guitarrista Paco de Lucía, el gran renovador del flamenco. Se trata de una pérdida irreparable para el mundo de la Cultura.
Una noche para la memoria, se ha ido uno de los más grandes.
El gran Paco de Lucía, el hombre que revolucionó la forma de acompañar la interpretación flamenca de la guitarra y abrió los oídos al público joven hacia el flamenco, ha dejado una huella imborrable en el panorama musical flamenco que permanecerá en nuestro recuerdo y nuestros corazones.
Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía, nace en Algeciras (Cádiz) el 21 de diciembre de 1947, es considerado como uno de los grandes maestros de la guitarra flamenca española.
Humilde, discreto... Paco de Lucía se veía a sí mismo como un músico que encontraba en la rabia el gran alimento para salir a pelear.
Aunque la práctica totalidad de su obra se desarrolla en el flamenco, ha grabado algunos trabajos en otros estilos, como música clásica o la fusión de flamenco con el jazz y otras músicas internacionales.
Desde 1967, año en el que sacó su primer disco en solitario, se convirtió en el artista flamenco más innovador e influyente de su generación. Sin duda, se consagró como uno de los mejores guitarristas del mundo, llevando su música fuera de nuestras fronteras.
Su vocación le venía de familia: su madre, Lucía Gómez “La portuguesa” y su padre, Antonio Sánchez, que fue el primero en darle clases de guitarra. Sus hermanos también eran artistas flamencos: Pepe de Lucía, cantaor profesional (padre de la cantante Malú), y el fallecido Ramón de Algeciras, guitarrista también profesional.
Así, empezó a tocar la guitarra a los siete años y con tan sólo catorce grabó su primer disco, junto a su hermano Pepe, en el dúo “Los chiquitos de Algeciras”. Durante muchos años, ambos hermanos le acompañaron en grabaciones y giras.
Su consagración le llegó en los setenta, con memorables actuaciones en el Palau de la Música de Barcelona 1970 y Teatro Real y Teatro Monumental de Madrid 1975, y su primera grabación en vivo “Paco en vivo desde el Teatro Real”, primer LP de Oro.
Colaboró en el disco “Potro de rabia y miel” de su gran amigo Camarón, y la muerte de éste, en 1992, le llevó a cancelar sus actuaciones por todo el mundo durante casi un año. Incluso pensó en retirarse, regresando un año después a los escenarios con una nueva gira europea, en la que dio cuarenta recitales en EEUU y grabó “Live in América”.
Tras un silencio de cinco años, en 2004 editó “Cositas buenas”, calificado por la crítica de “obra maestra”, el cual contiene ocho temas inéditos, como un trío con la guitarra de Tomatito y la voz recuperada de Camarón, y que le proporcionó ese año el Grammy Latino a mejor álbum flamenco.
Siempre fiel a sus raíces, Paco de Lucía ha colaborado con muchos artistas, desde maestros españoles a estrellas americanas del Jazz y del Pop, como Ricardo Modrego, Larry Coryell, Al Di Meola, John McLaughlin, Bryan Adams, Carlos Santana, Pedro Iturralde o Chick Corea y grabó el “Concierto de Aranjuez”, de Joaquín Rodrigo.
Cabe destacar el disco “Friday night in San Francisco” (1981), grabado junto a John McLaughlin y Al Di Meola, sencillamente increíble y del que vendió más de un millón de copias, una cifra inimaginable para un artista flamenco.
Paco de Lucía se atrevió a fusionar el flamenco con la música clásica de Falla, Rodrigo y Albéniz. Presentó en Tokio en 1990 su célebre versión a la guitarra del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, acompañado por la Orquesta de Cámara Telemann, y los guitarristas José María Bandera y Juan Manuel Cañizares, y que llevó luego a 30 ciudades de Iberoamérica.
Compuso e interpreto las bandas sonoras de las películas “La Sabina” (1979, de José Luís Borau), “Montoyas y Tarantos” (musical de Carlos Saura, 1981), “Carmen” (Carlos Saura, 1983), “The Hit” (Stephen Frears, 1984) y “Sevillanas” (Carlos Saura, 1991). Grabó con Bryan Adams la canción Have you ever really loved a woman para la banda de la película “Don Juan DeMarco” (Jeremy Leven, 1995).
Pero fue junto a Camarón de la Isla, con quien grabó más de diez discos (entre 1968 y 1977), y que formaría una de las parejas artísticas más importantes del siglo XX.
Respetado por músicos de jazz, rock o blues por su personal estilo, logró, entre otros muchos reconocimientos, un Grammy al mejor álbum flamenco 2004, el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 1992, el Premio Pastora Pavón La Niña de los Peines 2002 y la Distinción Honorífica de los Premios de la Música 2002.
Además del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2004 y la investidura como Doctor “Honoris causa” en las Universidades de Cádiz y por el prestigioso Berklee College of Music of Boston en 2010, siendo el primer artista español en recibir este galardón.
La amplia discografía del maestro Paco de Lucía, que suma más de treinta discos, cuenta entre sus primeros trabajos con dos de sus grandes obras, “La fabulosa guitarra de Paco de Lucía” (1967) y “Fantasía flamenca” (1969), más adelante grabó “El duende flamenco” (1972) y, sobre todo el maravilloso, “Fuente y caudal” (1973), en su siguiente trabajo, “Almoraima” (1976), mostraba su voluntad rupturista y daba sobradas pruebas de una personalidad consolidada, grabó Luzía (1998), en homenaje a su madre, que acababa de fallecer y después de cinco años de silencio, da sus últimos pasos en 2004 con su trabajo “Cositas Buenas”, en el que, entre tangos y rumbas, se dan cita muchas voces.
En 2011 puso su guitarra en un disco de flamenco tradicional del músico Miguel Poveda. Este mismo año el cantante participó en un álbum de boleros de Rubén Blandes con la agrupación musical costarricense Editus.
Adiós al más grande
Descansa en paz maestro
RIP