El método Pilates combinado con alguna actividad cardiovascular es el programa ideal para combatir los síntomas de esta enfermedad crónica. No pasa nada si realizando los ejercicios se llega a sentir dolor y rigidez, pero si los síntomas empeoran hay que parar.
Si no puede realizar los ejercicios, pruebe con otras terapias como la meditación, la quiropráctica, las inyecciones en los puntos gatillo o la acupuntura.