Revista Psicología

Padre Marciano García: brazo intelectual de la Iglesia Católica Cubana

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
Padre Marciano García: brazo intelectual de la Iglesia Católica Cubana

El ánima noble y buena del Padre Marciano García Hernández (1934-2017), exdirector de la Editorial de Espiritualidad del Caribe, ex asesor del desaparecido Centro de Estudios Arquidiocesanos de La Habana (CEAH), y sacerdote de la capitalina Iglesia de El Carmen, una vez concluido su tránsito terrenal por la "noche oscura", fue a encontrarse con el Amado en la cima del Monte Carmelo, donde duermen el sueño eterno San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, reformadores de la Orden Carmelitana.

El Padre Marciano (como se le conocía en el medio eclesiástico y fuera de él) era licenciado en Teología por la hispana Universidad de Salamanca. Ejerció la docencia superior en el antiguo Seminario de San Carlos y San Ambrosio, donde impartiera -entre otras- las asignaturas de Filosofía y Psicología. Escribió varios libros y artículos periodísticos, donde fusionara -en cálido abrazo- los sólidos conocimientos filosóficos, antropológicos, psicológicos, teológicos y culturales que poseía in extenso, y que alimentaban el intelecto y acariciaban el espíritu de sus fieles lectores.

Títulos publicados -fundamentalmente- por la Editorial de Espiritualidad del Caribe y por Ediciones Vivarium, sello editorial de la cátedra homónima de Estudios Culturales, perteneciente al hoy Centro de Estudios Culturales Padre Félix Varela. Algunas de esas obras tuve el inmenso honor de prologarlas y reseñarlas para la prensa católica local.

Conocíal también poeta, escritor y periodista espirituano en los primeros años de la década de los 90 de la pasada centuria en un contexto académico por excelencia, ya que asistía con regularidad al curso Psicología para la Vida que impartía, primero, en la Iglesia de El Carmen, donde falleció, y posteriormente, en la Iglesia El Carmelo.

Padre Marciano García: brazo intelectual de la Iglesia Católica Cubana

El Padre Marciano me puso en estrecho contacto con las concepciones psicológicas sustentadas por el desaparecido sacerdote jesuita Anthony de Mello, una de las figuras "clave" del pensamiento psicológico contemporáneo.

Mi inolvidable maestro y guía espiritual hasta su lamentable deceso no estaba adscrito a ninguna escuela o doctrina psicológica en particular, aunque no ocultaba su predilección por las escuelas psicoanalítica ortodoxa y humanista.

Él utilizaba el eclecticismo tecnológico (tomar de cada escuela o doctrina sus mejores aportes, y llevarlos a la praxis docente-educativa o a la orientación psicológica) para aplicarlo -consecuentemente- a las disímiles labores que desarrollara mientras escribía su fecunda leyenda profesional y personal, tanto en la patria que lo viera nacer y crecer como ser humano, sacerdote y psicólogo, como en España y en la República Dominicana, donde residiera durante algunos años por mandato de la Orden a la que perteneciera.

Conversar con el Padre Marciano era recibir una clase magistral acerca de la martiana ciencia del espíritu, la que -al igual que a Dios y al prójimo- amaba con todas las fuerzas de su ser.

Evoco con no disimulada nostalgia sus intervenciones puntuales, tanto en las reuniones trimestrales que celebra la Cátedra de Estudios Culturales Vivarium, como en los eventos organizados en la Casa Sacerdotal "Juan María Vianney" o en otros ámbitos eclesiales o culturales; actividades en las que focalizaba la atención e interés de quienes participábamos en ellas.

En paz descanse, Padre Marciano García Hernández, usted puede mostrar al cielo -con legítimo orgullo- su obra sacerdotal, intelectual y humana acabada, y estar seguro de que los discípulos, colegas y amigos que lo apreciamos y respetamos en vida, conservarán una imagen nítida del inolvidable maestro, sacerdote y amigo, tanto en la memoria poética, como en el componente espiritual del inconsciente freudiano. ¡Que así sea!


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