(Del lat. satyriăsis, y este del gr. σατυρίασις).
1. f. Med. Estado de exaltación morbosa de las funciones genitales, propio del sexo masculino.
En palabras normales: Es el equivalente masculino a la ninfomanía en la mujer, y produce erección permanente, que lejos de molar, es una put—.
Si bien ahora se le llama hipersexualidad por aquello de lo “políticamente correcto”, toda la vida a este trastorno se le ha conocido como satiriasis en el hombre y ninfomanía en la mujer. Esta palabra se utiliza cunado el deseo sexual es exagerado…y ¿como valoramos esto? ¿Cuando es exagerado?
El deseo sexual es un valor que varía considerablemente en las personas; lo que para uno se consideraríadeseo sexual normal podría entenderlo otra persona como excesivo e incluso otra como bajo. El único punto en el que coinciden los estudiosos del tema es que la hipersexualidad (ninfomanía y satiriasis) se produce inequívocamente cuando el comportamiento causa incomodidad social o impide el correcto funcionamiento e integración del individuo en la vida social normal.
Pero no creas que hay que estar enfermos para ello, los individuos sanos, pueden presentar períodos de satiriasis o ninfomanía cuando se disaparan la testosterona y estradiol a sus máximos niveles…si bien, esto suele ser pasajero y controlable.
En internet suelen asociar a muchos famosos con esto, “adictos al sexo”, aunque suele ser para censurar sus conductas porque están casados o la moral social les quiere juzgar, es decir convertir una infidelidad en algo morboso por ejemplo…tener un deseo sexual elevado o haber sido infiel en alguna ocasión no es ser adicto al sexo ni estar enfermo…y debemos usar estos términos con cuidado.
HISTORIA MITOLÓGICA DE SATIRO
Los Satiros, son criaturas masculinas, que en la mitología griega acompañaban a Pan y Dioniso, vagando por bosques y montañas. En la mitología están a menudo relacionados con el apetito sexual, y los pintores de vasijas solían representarlos con erecciones perpetuas.
Se les representa de varias formas; la más común (y básicamente romana) es la de una criatura mitad hombre mitad carnero, con orejas puntiagudas y cuernos en la cabeza, abundante cabellera, una nariz chata, cola de cabra y un priapismo permanente. A menudo llevan pieles de animales, de pantera (atributo de, por ejemplo, Dioniso).Las representaciones romanas confundían a los sátiros con los faunos, quienes solían tener piernas de chivo. La confusión ha perdurado incluso en obras de arte contemporáneas, como el «fauno danzante» de Lequesne, que es más bien un sátiro.