Este piso lleva el concepto monocromático al extremo casi. La paleta de colores apenas se desvía de la escala monocromática negro-blanco, todo los tonos intermedios grises tienen su sitio, pero nada de color fuera de eso. Tan solo los elementos naturales como plantas y muebles de madera o los juguetes de la habitación infantil (escondidos en un armario eso sí) se alejan un poco de la norma.
¿Cómo conseguir entonces aportar calidez a una paleta así de neutra? la respuesta es con las texturas y la luz tanto en mobiliario como en textiles.
En el salón por ejemplo, se ha combinado una mesa de centro de cemento, con taburetes de madera, accesorios de cerámica y papel y textiles tanto de lana como de terciopelo, extraña mezcla así contada, pero de bonito, cálido y elegante resultado. Es difícil ver decoraciones así en nuestro país donde por tradición utilizamos mucho más los colores. ¡Feliz martes!
Vía: Stadshem