Revista Cultura y Ocio

Palmas Bajas – Perapertú

Publicado el 28 noviembre 2014 por Srhelvetica

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Arde la calle al sol de poniente, hay bandas ocultas cerca del río. El río debe ser el Manzanares, porque aunque Perapertú sea, según la Wikipedia, una localidad española de la provincia de Palencia perteneciente al municipio de San Cebrián de Mudá, en realidad los de Perapertú son madrileños.  Ellos mismos se presentan así:

“San Martín de Perapertú, Palencia. Un pueblo cuyo nombre (santo aparte) se traduce como ‘Piedra Abierta’. Ahora bien: ¿abierta a qué, o por qué? La verdad es esta: una vez trasplantado el mineral a un local de ensayo de Madrid vía furgoneta, y estimulado con vibraciones sonoras, no lo veréis abrirse, sino mutar. Os sorprenderá constatar cómo, más que sequedad y dureza, la vieja roca ostenta las propiedades de lo líquido, o incluso de lo etéreo, capaces de empaparte y arrastrarte en incursiones de menos de tres minutos”.

¿Se entiende algo? Creedme: tiene sentido.

El prometedor cuarteto que toma su nombre de la mencionada localidad palentina no surge de la nada: viene de las cenizas de Sector De Agitadas, banda de culto de cuyo sonido, en gran medida, es heredera. No tienen aún album de debut como tal, pero ya están dando que hablar con su reivindicación  del jangle-pop más sofisticado de los ochenta, el de bandas como Orange Juice o Aztec Camera: loquito me tienen, claro. Escuchando las cinco canciones (¡solo cinco, y ya son mucho más convincentes que muchas bandas que van por el enésimo disco!) que han subido a su perfil de Bandcamp, uno no puede menos que quitarse el sombrero con una enorme sonrisa y entregarse al delicioso festín tropical en el que guitarras energizantes y adictivas líneas de sintetizador se sirven con camisas floridas. Sus poderosas imágenes, esquivan -no sin cierto peligro- ese (no me cansaré de decirlo) mal tan nuestro, el cripticismo en las letras con el que demasiado a menudo las bandas de este país camuflan la falta de contenido; la música anclada en los ochenta que factura el cuarteto compuesto por Ahmed (guitarra y voz), Juanma (bajo), Marcos (batería) y Yago (teclados) es tan deliciosamente refrescante que se lleva por delante cualquier pretensión de objetar. Y además, si atendemos al orden de publicación (la primera de ellas era  Rei do Uig, un tema incluido en el recopilatorio “Cenizas y Diamantes” de Discos Walden), yo diría que se puede apreciar una clarísima evolución desde los ritmos más sintéticos de aquella primera entrega: siete meses después, “Talonario de Aquiles” nos los presentaba como unos Family hasta arriba de mojitos y coco-locos, con la correspondiente resaca posterior en “Celeste Nocivo“. Y finalmente, en el mismo mes de abril publicaban (como en los casos anteriores, sólo en formato digital) las vitamínicas canciones contenidas en “Paroxismo“: la mejor muestra, de las dadas hasta ahora por el grupo, de sus enormes posibilidades.

La cita con la que he abierto esta entrada no es gratuita: el primero de los dos temas de aquel sencillo remite de forma evidente (ese “Considerando / Tu frecuente consejo / Tu frecuente manejo / De la situación” no deja lugar a dudas) a la archiconocida “Escuela de Calor” de Radio Futura. Se titula “Obsidiana“, y me ha dejado la camisa llena de babas. Pero es que la segunda de las canciones del single dista de ser la típica cara-b de acompañamiento: “Palmas Bajas” brilla con una irresistible luz propia, evocando con enorme eficacia los sonidos de la movida más proclive al frenesí. Los de (ojo) Ciudad Jardín, Paraíso o Golpes Bajos. Me gusta un montón -en un hipotético Top 5 de canciones nacionales de 2014, entraba, fijo- y por eso está aquí, protagonizando la primera entrada dedicada al grupo; al ladito justo de la “Ardiente Figura” de Extraperlo. En fin, Perapertú, grupo a seguir: no me extraña, pero nada en absoluto, que alguien con tan buen gusto como Charlie Mysterio (Los Caramelos) los tuviera como teloneros en sus últimas actuaciones.

Bésame la mano
Soy marqués de la energía
Ofrezco rutina, pompa
Y sales de entropía

En mis palmas, tengo tus deseos
Prisioneros hasta que no aprendas a jurar

Soy como Espartaco
Sólo busco tu alegría
Despacho la vida
Con ginebra y aspirinas

En mis palmas, tengo tus deseos
Prisioneros hasta que no aprendas a jurar

 


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