De vez en cuando me gusta prepararle a mi niño estos panecillos tiernos para sus bocatas de merienda, pero he de confesar que a la mamá también le encantan, y me recuerdan a esos bocadillos de muchos sabores que tomaba de pequeña en los cumpleaños.
Para mi ese pan de leche era especial, pues no lo comía muy a menudo y me fascinaba que mezclara igual de bien con dulce que con salado, y es que no le hacía ascos ya fuera de chorizo o de chocolate.
Aunque las masas fermentadas de dan un poco de pereza y nunca quiero encontrar el momento para prepararlas, lo cierto es que estos panes se hacen casi sin darte cuenta, pues aunque deben de levar dos veces, esta última ocasión que los preparé se me pasó el tiempo volando y para nada se me hizo una receta pesada.
La verdad es que esta masa es fácil de trabajar y con el punto de humedad justa para que quedaran muy esponjosos, pero si ser a la vez nada pegajosa. Os recomiendo que los hagáis para una merienda o bien para tenerlos congelados e ir sacándolos poco a poco.
De miga tierna y muy suave os van a apetecer con todo tipo de ingredientes dentro, y ahora que empieza el calorcito son ideales para preparar y llevar a una merienda en vuestros primeros paseos por el campo.
Pan de leche tierno para bocadillos
Ingredientes para ocho unidades
- 10 g de levadura seca de panadería
- 120 ml de agua templada
- 120 ml de leche templada
- 1 huevo L
- 30 ml de aceite de oliva
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 330 g de harina todo uso
- 15 g de mantequilla para pincelar
Comenzaremos añadiendo en un bol la levadura seca con el agua templada, removemos hasta que se disuelva.
En otro bol mezclamos la leche, el huevo, el aceite, le azúcar y la sal. Añadimos a esto la mezcla de levadura y removemos para combinar.
Añadimos la harina y amasamos durante diez minutos, hasta formar una bola de masa elástica y suave. Intentar no añadir mucha harina en la encimera para que os quede una masa con un punto húmeda.
Devolvemos la masa al bol y cubrimos con film de cocina, dejándola levar durante una hora en un lugar templado.
Una vez pasado el tiempo, volvemos a amasarla ligeramente para desgasificarla y la cortamos en ocho porciones, dándoles forma de panecillos, para ello dejamos bien tirante la superficie de arriba y arremetemos la masa hacia la base.
Los vamos colocando en una bandeja con papel sulfurizado y los volvemos a dejar levar durante otros cuarenta minutos. Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 190 grados. Derretimos la mantequilla y con cuidado vamos pincelando nuestros panecillos por la superficie para que queden dorados. Horneamos durante 18 minutos.
Disfrutar de estos primeros días de sol. Nos vemos muy pronto con un gran concurso. Muacks!!
ESTHER