Pan de mostaza

    Sisi, no habéis leído mal, es un pan de mostaza. Y en contra de lo que os estéis imaginando de su sabor, tengo que deciros que, para nada tiene un sabor agrio ni nada por el estilo.     La mostaza le da color y realza el sabor, pero no tiene nada que ver con el sabor que todos reconocemos en la mostaza.
   Ha sido todo un descubrimiento éste pan, lo vi en el blog El Pucherete de Mari, y es que tiene una cantidad de recetas... y un recetario de pan... buenísimo.
    La receta original está hecha en panificadora, pero como yo no tengo, lo hice a modo tradicional, a mi manera y quedó.... PERFECTO!!!!
    Además, no le dí tiempo de levado al pan. Tal cual lo amasé lo metí al horno. No estaba muy segura del resultado, pero cuando saqué del horno y lo corté estaba estupendo. Con lo que os aseguro un pan en poco más de una hora preparado.              

    Ingredientes:
- 200 ml de agua - 200 ml g de nata para montar - 3 cucharadas de mostaza  - 1 cucharadita de sal - 500 g de harina de fuerza - 2 cucharaditas de azúcar - 2 sobres de levadura seca de panadería
    Mezclamos el agua con la nata y echamos el azúcar:     He probado la levadura de panadero en polvo, y me ha dado muy buen resultado, si no encontráis fresca, probad con la de polvo que viene muy bien:     La echamos también en el líquido:     Y a continuación la mostaza, podéis usar la que más os guste, la antigua, la que usamos para las hamburguesas...     Es el momento de agregar la harina. Yo no la he tamizado, y me ha quedado muy bien. Eso sí, hay que amasar concienzudamente en el mismo bol, ya que la masa es muy pegajosa y si la sacáis a la mesa de trabajo se os va a pegar y no tendréis manera de despegarla:     Con ésta foto veréis cómo os va a quedar la mezcla, una masa muy pegajosa, que se os pegará de ésta forma a las manos:      Fijáos cómo se adhiere al bol en el que trabajéis:     Cuando la tengamos bien amasada la colocamos en el molde:     Nos untamos las manos con aceite e impregnamos la capa de arriba:     Como os he dicho al principio de la receta, no le he dado tiempo de levado. Y la verdad es que ha salido fenomenal. Es un pan tan rico que volveré a prepararlo, la siguiente vez le dejaré tiempo de levado y os cuento la diferencia.
    Dejamos en el horno a 160º hasta que veamos el pan que comienza a dorar, a mí me tardo alrededor de 30 minutos, pero ya sabéis que ésto depende mucho del horno.
    Cuando saquemos del horno, dejar enfriar sobre una rejilla:     Y tengo que enseñaros la foto del corte...Es un pan perfecto, con la corteza crujiente y el interior esponjoso.... mirad:
    Y por supuesto la foto del corte, para que veáis lo esponjoso que queda aun sin levado!!!
    Y para acompañar éste pan... como siempre con unas lonchitas de jamón, en éste caso un ibérico de Señorío de Montaneda, un ibérico puro de bellota. Tiene un color oscuro intenso y con un brillo excepcional. El aroma es muy muy agradable, las papilas gustativas comienzan a salivar tan sólo con su olor..  la consistencia es suave y nada fibrosa, un auténtico lujo de jamón para nuestro paladar.     Y le rociamos un poquito de un buen aceite, que sea de buena calidad, que sea aromático y sabroso. Os he hablado en diferentes ocasiones de los distintos aceites que he probado y que me parecen magníficas joyas para nuestra cocina.      Mirad el brillo del jamón...