Buenas tardes a todos. Hoy inauguramos mes en festivo, 1 de noviembre, con una receta propia de estas fechas como es el Pan de Muerto.
Aunque en España el día de los Difuntos es mañana, 2 de noviembre, en México se celebra desde el 31 en adelante el Día de Muertos. Una tradición en la que se colocan altares en las casas, rodeados de velas y flores naranjas cempasúchil junto a las fotos de los familiares para dar la bienvenida al alma, incluyento también el papel picado, como se le conoce a las guirnaldas de colores que están en todas las celebraciones mexicanas de papel calado con diversos motivos festivos.
Otra de las cosas que se colocan en los altares son los platillos favoritos, el plato especial que le gustaba a esa persona, calaveritas de azúcar decoradas con mucho colorido u ofrendas como el pan de muerto. Este pan está aromatizado con azahar, la flor del naranjo que tiene mucho simbolismo en la México y, decorado con la misma masa, se hacen los huesitos y calavera, a modo de ofrenda a la persona fallecida.
Admiro el contraste de color en esta celebración. Aquí se relaciona con el negro, el recogimiento, la tristeza y allí se celebra la muerte como parte de la vida, donde el recuerdo al familiar se manifiesta con estas ofrendas para facilitar su visita del más allá en estas fechas. Cada vez que leo historias sobre este ritual, me fascina más. Ojalá y algún día pueda ir a visitar Guanajuato por estas fechas y ver los desfiles y actividades que se realizan en estas fechas al igual que en Oaxaca, es un sueño por cumplir.
Regresando a la receta, os comento que además del pan de muerto tradicional, sin relleno, existen muchas tendencias de actualidad en el país azteca. Podéis encontrarlos de colores, con masa de chocolate como ya elaboré en otra ocasión, rellenos de nata o en este caso de chocolate y decorado además con un enrejado de chocolate. La idea ha sido de la cadena de pastelerías La Esperanza, rindiendo homenaje a uno de los chocolates más populares del país, conocido como "La Abuelita", que es la versión mexicana del chocolate a la taza de Nestlé.
Mi versión lleva chocolate de cobertura y cacao puro el polvo para el relleno de trufa. Os aseguro que la combinación de los dos chocolates con el sabor de este bollito aromatizado con naranja es increíble. Además, si hay un producto de origen azteca ya sabemos bien que es el chocolate y unida a esta elaboración ancestral, lo convierten en una deliciosa tradición para rendir homenaje a nuestros seres queridos.
Pasemos a la receta. ¡Encendemos el horno!
Ingredientes: Para unas 7 uds. de 150 grs. aprox. Pre-fermento:
- 50 ml. de leche
- 25 grs. de levadura fresca
- 2 cdas. harina
- 2 cdas. azúcar
Masa:
- 550 grs. harina de fuerza + 50 grs. amasado
- 2 huevos
- 200 grs. de azúcar
- 100 grs. de mantequilla punto pomada
- 1 cdta. agua azahar
- 1 cdta. sal fina
- ralladura de 1 naranja
- 190 ml. de leche
- huevo batido y azúcar para decorar
Relleno:
- 400 grs. de nata para montar
- 40 grs. de azúcar glass
- 30 grs. cacao en polvo*Chocolate fundido para decorarPara el pre-fermento, comenzamos vertiendo la leche tibia con la levadura en un cuenco. Removemos con una cuchara. Añadimos las cucharadas de azúcar y de harina y removemos. Dejamos reposar una media hora.Para la masa, añadimos la harina en modo volcán ya sea en un bol o en nuestro bol. Pondremos en el centro los huevos, luego la mantequilla e integramos. Seguimos con el agua de azahar, la ralladura de naranja y el azúcar.A continuación agregamos la leche y por último, el prefermento. Si vemos que nos queda algo líquido, añadimos más harina si lo pide el amasado.Boleamos y dejamos levar 2 horas en un cuenco tapado con film transparente.
Una vez levado, haremos bolitas de 150grs. El resto lo dejamos para hacer los huesitos que estiraremos a modo de cilindro y bolitas pequeñas para la calavera.
Los vamos colocando en la bandeja cubierta con papel vegetal, dejamos levar mientras precalentamos el horno. Pintamos con huevo, espolvoreamos con azúcar y al horno unos 15 minutos a 200 grados. Dejamos enfriar completamente. Cortamos por la mitad.
Montamos la nata junto al azúcar y el cacao. Rellenamos y decoramos haciendo hilos con el chocolate fundido.Conservamos en un recipiente hermético por un par de días en la nevera. Los que no habéis rellenado, podéis congelarlos una vez que se hayan enfríado y los tendréis listos para otra ocasión. Al ser una masa de pan dulce debemos repartirla o congelarla porque si no se endurecerá.
Cada año me gusta poner mi granito de arena con esta ofrenda. Cada vez que lo hago pienso en mi abuelo que nos dejó hace ya una década. Fue la primera ausencia notable de la familia que he conocido y me reconforta pensar que hay otras maneras de recordar a nuestros seres queridos. Además, a él le gustaba tanto el chocolate que esta receta se la dedico con toda mi devoción y cariño. Feliz Dia de todos los Santos.
Volvemos pronto con más recetas de temporada.
¡Un abrazo! 🍓🍓🍓